El rosa es un color muy poco utilizado. No me extraña, porque es bastante difícil de combinar y encima soporta el estigma de ser un color “ñoño”, como sólo apto para preadolescentes. Hoy voy a tratar de liberar esos prejuicios para que os atreváis a decorar con el rosa.

Lo bueno que tienen todos los colores es que admiten mucho tonos y matices. No hay un solo rosa, sino un abanico enorme que va desde un rosa palo, suave como el algodón de azúcar, hasta un rosa fucsia, intenso y provocador.

Empieza a lo grande

Si te apasiona el rosa, entonces no lo dudes y empieza a lo grande, pintando una pared de ese color, incluso una habitación entera, que el mundo es de los valientes.

Mi preferencia en este caso es utilizar un rosa intenso como pared de impacto, quizás de forma que contraste con muebles de un color armónico, como por ejemplo el azul o la madera, aunque con tonos grises y neutros también combina perfectamente.

Muebles de color de rosa

Otra opción completamente válida es optar por muebles de color de rosa. Un sofá o unas sillas de ese color no pasarán desapercibidos y proporcionarán una nota de alegría a cualquier estancia, especialmente sobre fondos claros.

Lo malo en este caso es que cambiar de muebles es más caro que volver a pintar una pared, así que en realidad, hay que tenerlo muy claro a la hora de elegir un mueble rosa, especialmente si es algo con tanta importancia en un espacio como el salón. Ahora bien, si acertamos, éxito garantizado.

No hay nada que un textil no arregle

Los textiles son la salvación de aquellos a quien nos gusta cambiar el aspecto de nuestra decoración sin tener que hipotecar un riñón, y con el rosa no haremos una excepción.

Alfombras, manteles, colchas, mantas, fundas de edredón, cortinas… con cualquier textil podemos darle un toque de rosa a cualquier estancia, y si luego no nos gusta como queda, tampoco habremos perdido mucho en el intento.

El rosa está en los detalles

Si pintar no es lo tuyo, no te atreves con un mueble rosa o los textiles te dan alergia, entonces el rosa tendrá que estar en los detalles. Puedes recurrir a cuadros, ilustraciones, peluches, lámparas o pequeños muebles accesorios.

Espero que os hayan gustado estos consejos para atreveros a decorar con el rosa, y que las imágenes os hayan inspirado —hay alguna realmente preciosa—. A mi me ha enamorado la nevera rosa y las sillas del mismo color, aunque confieso que si algún día me atrevo, será con algún detalle o tal vez una cortinas.

Imágenes | Design Sponge
En Decoesfera | Se acerca la primavera, atrévete con el rosa en la terraza

El buen diseño se puede encontrar en todas partes, incluso en el cubo de la basura, tal como se puede apreciar en este cubo de acero diseñado por Aalvar Alto, de quien ya enseñamos algunos muebles en nuestro especial de estilo nórdico, así como una de sus obras maestras, la villa Mairea.

Estos cubos seguro que os suenan, porque en Ikea venden unos muy parecidos, así como varias piezas de mobiliario inspirados en los trabajos de este importante arquitecto y diseñador finlandés, tal que el taburete Frosta y el sillón Poang. Los tres son clásicos del diseño nórdico.

Pero bueno, lo que nos trae aquí es este precioso cubo de basura, que dará a vuestra cocina un toque industrial perfecto, tanto si optamos por el clásico en acero galvanizado, el elegante negro, el cálido blanco o atrevido rojo.

Son 52 litros de capacidad, así que no es un cubo adecuado para cocinas pequeñas, ni para aquellos que gustan de guardar la basura en el armario bajo el fregadero, pero si conseguís encontrarle un rincón, no os arrepentiréis.

Vía | Retro to Go
Más información | Habitat UK
En Decoesfera | ¿Buena o mala idea?, colgar la basura en la pared

A pesar de haber hecho arquitectura, el dibujo a mano alzada nunca ha sido mi fuerte. Quizás por eso admiro tanto a aquellas personas que demuestran un talento especial en este difícil arte, y si hay alguien que destaca por encima de todos ellos es Robinson, un ilustrador alemán de los años 60 autor de maravillas como París línea a línea (París line by line).

Se trata de un libro sobre la ciudad del amor en cuyo interior encontramos un sinfín de minuciosas y detallistas ilustraciones realizadas con la peculiar técnica autodenominada X-Ray, ya que representa los edificios tanto desde el exterior como desde el interior, mostrando no siempre lo que el ojo ve, sino lo que la mente espera encontrarse.

En sus páginas disfrutamos, por ejemplo, de una vista de la ciudad desde Montmartre donde no sólo avistamos los grandes monumentos, sino también el bullicio de sus calles y la vida que en ellas se desarrolla. También son muy interesantes los alzados de las fachadas que realiza, realmente espectaculares y llenos de detalles.

Sin duda un libro al que trataré de echarle el guante en cuanto salga a la venta el 19 de Marzo (justo el Día del Padre), encima a un precio bastante tentador de entre 15 y 20 euros. Aunque si no podéis esperar, sabed que ya está publicado un libro anterior e igualmente recomendable (pero más caro): Nueva York línea a línea.

Vía | Design Sponge
Más información | París Line by Line
En Decoesfera | Las ventanas de Nueva York
En Decoesfera | Una guía indispensable por la Barcelona modernista

Nunca pensé que podría asignarle género a un espacio, pero a veces los adjetivos se ponen solos, y sin duda este apartamento en Madrid es muy masculino. Probablemente sea cosa de los colores escogidos, con predominio del negro, el blanco y diferentes tonos grises, solo salpicados con algún esporádico toque de rosa y rojo.

La reforma de esta antigua vivienda ha corrido a cargo del también madrileño estudio de arquitectura Marcos Mela, quienes han conseguido transformar una vivienda caótica e inconexa en un espacio en el que el propietario, un chico joven, se sintiera a gusto y pudiera recibir a sus amigos.

Observando el plano del estado anterior se puede observar lo fragmentado de las estancias. Desde un pequeño vestíbulo se accedía a la cocina, el salón y un diminuto baño, mientras que para llegar a las habitaciones era necesario pasar por el salón-comedor.

La vivienda también contaba con dos estrechos balcones que apenas se utilizaban, por lo que se decidió cerrarlos. No sólo para ganar espacio, sino también luz, así como la posibilidad de convertir esos espacios en una terraza provisional gracias a unos grandes ventanales.

La nueva distribución supone una transformación completa del piso. Sólo se ha conservado la ubicación del inodoro por cuestiones prácticas y de presupuesto, pero aún así el baño ahora resulta mucho más práctico, cómodo e íntimo.

Sin embargo, lo más interesante es la zona de día: una gran estancia rectangular con una bonita cocina office, una mesa de comedor y un rincón con un enorme sofá en el que sentarse a charlar con las visitas. Un espacio realmente luminoso y agradable.

En cuanto a materiales y acabados se refiere, lo primero que llama la atención son los pilares y vigas de hormigón visto, así como la pared de ladrillo que se vislumbra tras el sofá. Aunque a lo mejor en el suelo no os habéis fijado, también es la solera de cemento pulido.

Hay que volver a incidir en los colores, o más bien su ausencia, pues se componen de blanco, negro y una escala de grises, con alguna nota de rojo y rosa muy interesante, algo que encontramos en toda la casa. Los muebles tampoco se libran de esta elección cromática, destacando especialmente las sillas Panton que rodean la clásica mesa Tulip de Saarinen.

De la cocina me quedo con el tramo de pared entre los muebles bajos y los altos, que está pintado de pizarra; perfecto para dejar notas y apuntar lo que falta para la compra. Tampoco he pasado por alto lo bien integrada que está la campana de extracción.

En el baño hay dos detalles realmente interesantes. Por un lado, la utilización de gresite blanco para todas las superficies, lo que aumenta la sensación de amplitud; por el otro, la pequeña ventana que se abre al dormitorio y que proporciona luz natural, colaborando en la mencionada sensación de amplitud.

Por último nos queda por visitar el dormitorio, donde podemos apreciar el efecto de esta ventana al baño desde el otro lado. Los más vergonzosos quizás discrepen, pero a mi me parece una idea genial. Me encantan los baños con luz natural.

Igualmente reseñable es el cabecero pintado a franjas negras y gris oscuro, secundado por un ejército de cojines en la misma gama cromática, lo que viene a reafirmar tanto la combinación de colores de la vivienda como la masculinidad de este apartamento en Madrid.

Más información | Estudio Marcos Mela
En Decoesfera | Una casa en oro, negro y blanco

Al estilo retro, aunque me atrae, le tengo bastante respeto, porque si no se hace con cuidado puede parecer simplemente antiguo. Pero al ver estas cortinas decididamente retro me he dicho: ¿por qué no? Especialmente porque son de un estilo un estilo retro nórdico, que tiene un encanto especial.

El estampado de estas cortinas es un clásico del diseño escandinavo, representando hojas de diferentes tonos y colores, como dibujadas a mano, desde un verde primaveral a un rojo otoñal, pasando por el tono sobre estás líneas, que parece una oda a las pocas hojas que aguantan en los árboles durante el invierno.

Como digo, hay que tener cuidado cuando escogemos cortinas con un estilo retro tan marcado, porque puede que no consigamos el efecto deseado. En las fotos se puede apreciar como no todas las combinaciones de colores y muebles son adecuadas, especialmente las anaranjadas, que crean un espacio demasiado recargado y poco moderno.

En cualquier caso, si te has sentido atraído por alguna de estas cortinas, debes saber que las comercializa Dunelm Mill en el Reino Unido, por un precio que comienza a partir de unos 25 euros al cambio. También venden cojines y sujeta cortinas a juego.

Vía | Retro to Go
Más información | Dunelm Mill
En Decoesfera | Colección de cocinas Verner Panton, de Kvik

No suelo recomendar conferencias. De hecho, tampoco solía asistir a ellas durante la carrera —algo de lo que ahora me arrepiento— así que para enmendar ligeramente mis errores del pasado, os invito a que asistáis a Jacobsen: sillas y patios. Una prometedora conferencia, sin duda.

Prometedora no sólo por el título, que ya debería bastar, sino también por la ilustración que la acompaña, que compone una planta de patios a partir de la mítica foto de Christine Keeler sentada en una de las sillas de la serie 7 de Jacobsen (aunque curiosamente, era una réplica de la época).

La conferencia la imparte Félix Solaguren-Beascoa, arquitecto y autor, entre otros libros, de una —o más bien la— monografía sobre el propio Arne Jacobsen. Así que no estamos ante una clase sobre el arquitecto danés convertida en conferencia, sino que podremos recibir información de un auténtico erudito en la materia.

Jacobsen: sillas y patios

28 de Febrero a las 12.30h
Aula magna
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia
Universidad Politécnica de Valencia (Camino de Vera s/n)

Más información | Departamento de Proyectos Arquitectónicos
En Decoesfera | Diseños y diseñadores de estilo nórdico

Variedad en la unidad y unidad en la variedad. Es una de las máximas de la arquitectura moderna que se puede aplicar tanto a los colores y los materiales, como a la geometría y los espacios. En este apartamento de Londres se ha conseguido unificar espacios gracias al buen uso de la madera.

El mayor reto de este proyecto, perfectamente resuelto por el estudio de arquitectura OSA/KHBT, era la necesidad de unir dos apartamentos separados. Para mayor dificultad, entre ambos se sitúa el hueco de la escalera, así que había que salvar una considerable diferencia de altura al comunicarlos.

La solución propuesta es tan llamativa como elegante y efectiva. Una gran pieza de madera a modo de banda que cose ambos espacios, convirtiéndose en el nexo de unión en muchos aspectos, desde el eminentemente práctico, ya que es el pasillo y las escaleras, hasta otros más conceptuales.

Por ejemplo, esta tira de madera se pliega y retuerce desde la barra de la cocina hasta el cuarto baño para formar parte de la bañera, uniendo las dos zonas húmedas de la vivienda. Además, ofrece una continuidad visual de un espacio a otro, sirviendo de transición para así no tener la sensación de que tenemos que cambiar de apartamento para ir del salón al dormitorio.

Desde el punto de vista estético, la utilización de un tono de madera tan oscuro y con un veteado tan marcado sobre el blanco impoluto del resto de la casa ofrece un contrapunto perfecto que le da a la vivienda una personalidad propia y la libera de la monotonía del blanco.

Tampoco puedo dejar de admirar la ligereza con la que las escaleras aparecen en el salón. Sin más puntos de apoyo que el arranque y la llegada, se quiebran grácilmente hasta posarse con delicadeza en el suelo.

Los celosos de vuestra intimidad seguro que os estaréis preguntando por la idoneidad de que la bañera se vislumbre al final del pasillo, tan resaltada como queda por el marco de madera. Sin embargo, se ha buscado una solución elegante que resuelve el problema.

Y es que en realidad, desde el pasillo no se puede acceder a la bañera directamente. Un vidrio separa ambos espacios físicamente, aunque sin romper la continuidad visual. Cuando deseamos privacidad, ese vidrio se puede volver opaco con solo pulsar un botón.

Con este último y curioso detalle despedimos este precioso apartamento londinense en el que se ha conseguido unificar espacios gracias al buen uso de la madera.

Vía | Minimalissimo
Imágenes | Johannes Marburg
Más información | OSA/KHBT
En Decoesfera | El patio como organizador del espacio

Dos ilustraciones le bastan a Oren Sherman para retratar los años 50. Tiene más, pero las dos que veis ilustrando mis palabras son las que mejor lo hacen de toda su serie Mid-Century Modern. Un ejemplo más del gusto de este artista.

Quizás muchos no lo conozcáis por su nombre, pero seguro que habéis visto alguna vez sus diseños, ya que ha trabajado para Hermes, Pepsi, Disney, Visa y muchos más. Nacido en 1956 y criado por padres devotos del arte moderno, Sherman es considerado un ejemplo andante de dicho estilo.

De las ilustraciones poco hay que decir que no digan ellas por sí mismas. Imagino que habréis reconocido algunos muebles de la época, como la mesa y las sillas Tulip de Saarinen o la silla BFK (más conocida como Butterfly), y también que el estilo de las viviendas recuerda mucho al de las famosas Case Study Houses.

La pega, como suele ocurrir en estos casos, es que se trata de la obra de un artista reputado, y por lo tanto hacerse con una de las 300 copias de la serie limitada cuesta la misma cantidad en dólares. No es mucho para lucir tan delicada ilustración en casa, pero tampoco es calderilla.

Os dejo con una galería donde podréis disfrutar del resto de la serie, donde combina vistas exteriores e interiores con planos y formas geométricas, aunque mis dos favoritas son las ya os he mostrado.

Galería de fotos

(Haz click en una imagen para ampliarla)

Vía | Architects and artisans
Más información | Oren Sherman
En Decoesfera | Vuelve a los 50 con los sets recortables de Max Dalton

Aunque no son minipisos como los de Hong Kong, hay que admitir que los de mi generación vivimos en casas más pequeñas que las de nuestros padres. Pasar de los 50 metros cuadrados ya es un privilegio en muchas ciudades; quizás por eso no me encaja ese empeño de hacer televisiones cada vez más grandes para casas cada vez más pequeñas.

La reflexión que ha continuación podréis leer la han desencadenado dos hechos aislados. Por un lado, la presentación en el Fórum de Mónaco a principios de mes del nuevo televisor 4K de 85 pulgadas de Samsung, de la que también han hablado nuestros compañeros de Trendencias Shopping, y por el otro, un capítulo del hipnótico programa Tu casa a juicio, donde un hombre debía renunciar a su televisión de 60 pulgadas en pos de una mejor reforma.

Las televisiones siguen creciendo

Walt Disney hablando del futuro de la televisión. Imagen de X-Ray Delta

Recuerdo nítidamente cuando de pequeño en casa se estropeó nuestra vieja televisión, de esas con solo siete canales y sin mando a distancia, ni euroconector, ni HDMI, ni condensador de fluzo, ni nada de nada. Fue todo un hito, porque fuimos a comprar una nueva a la tienda del barrio, y mi padre quiso que nos diéramos el capricho de comprar una grande.

El caso es que en mi memoria tengo la imagen de una televisión inmensa, con una pantalla que apenas abarcaba mi vista, y en la que ver los dibujos animados o jugar a la videoconsola era una auténtica gozada. Aquella pantalla tenía 28 pulgadas de diagonal, y mi madre pensaba que era una monstruosidad.

En parte tenía razón, porque además de alta y ancha, era profunda como ella sola, con más culo que Beyoncé y Jennifer López juntas, pero lo que no sabía era que en unos años esas mismas pulgadas iban a considerarse pequeñas, como para una tele en la cocina o en el cuarto de los niños. Eso sí, ahora delgadas cuales supermodelos, casi perdiendo esa tercera dimensión que prometen usando sus gafas.

Las casas siguen menguando

Este niño está tan cerca porque su cuarto es así de estrecho

Bueno, si ya tienes una casa, no te preocupes, que aunque llueva no encoge. Pero seguro que si has estado mirando pisos de nueva construcción verás que hay muchos estudios y pisos de una habitación, y que los más grandes, lo de toda la vida de tres o cuatro habitaciones, tienen aún precios prohibitivos.

Entonces, ¿qué hacemos con nuestra televisión gigante? Porque hoy en día lo normal al cambiarse de televisión es hacerlo por una más grande. Por lo menos 37 o 40 pulgadas, si no más, algo que a veces hacemos sin tener en cuenta dos aspectos cruciales: la distancia de visionado y las proporciones.

La distancia de visionado

Es la distancia a partir de la que nuestra televisión “se ve bien”. Esto depende de la resolución (HD Ready, Full HD o los nuevo 4K) y también del tamaño de la pantalla, aunque por mucha resolución que pueda llegar a tener, hay un límite que es el ángulo de visión del ojo humano, ya que si bien puede que se perciba nítido, tampoco conviene tener que girar el cuello para ver la televisión entera.

Así, para una televisión de 42 pulgadas Full HD, la distancia mínima es de 1,85 metros —más cerca notaremos los píxeles— y la máxima 4,65metros. A partir de ahí nos parecerá pequeña, aunque ya poca gente tiene tanta distancia entre la televisión y el sofá.

Cuanto mayor sea la resolución, menor la distancia mínima, en el caso de las nuevas resoluciones 4K, esa distancia se reduce a la mitad, aunque eso es algo que también depende del contenido. Por mucha televisión que tengamos, si luego lo que vemos está a menos resolución, los pixeles se van a seguir notando. Es como ver un video de Youtube en la tele.

Las proporciones

A la hora de comprar una televisión, se habla mucho de cuestiones técnicas, incluso estéticas —mira qué delgada, está en blanco, no tiene marco— pero casi nunca compositivas. Hay que pensar en las proporciones, en cómo esa televisión se relacionará con el mueble, con la pared y con el resto de la estancia.

Sirva de ejemplo cómo los chicos de Ikea, que no son tontos, se han esmerado en que los modelos más grandes de su televisión Uppleva queden igualmente gráciles sobre el mueble Besta, todo gracias a un buen uso de la proporción. Televisión más grande, mueble más grande y esbelto, para que siga habiendo la misma cantidad de vacío a su alrededor y la proporción de volúmenes se mantenga equilibrada.

De esto no os puedo dar una clase maestra, porque sería resumir en unas líneas varios años de carrera, pero es algo que todos percibimos intuitivamente al decir “es demasiado grande” o “no queda bien”, lo difícil es encontrar el motivo y arreglarlo, porque no siempre una televisión más pequeña es la solución.

Dicho todo esto, sé que es complicado resistirse a los cantos de sirenas de las marcas, que nos ofrecen siempre más tamaños, más resolución y más de todo, yo mismo reconozco haber sucumbido a sus encantos, pero es importante que tengáis en cuenta los aspectos antes mencionados a la hora de comprar una televisión.

En Decoesfera | La mitad de los españoles tiene su lavadora en la cocina

Cuando el otro día os enseñé las preciosas ilustraciones de Oren Sherman, uno de nuestros comentaristas habituales, Parafinuca, mencionó que parecía influido por Richard Neutra, y no le faltaba razón, porque consultando entre mis libros resulta que están basadas en dibujos y fotografías de las Case Study Houses, que podemos encontrar en este libro imprescindible.

Bajo el nombre un tanto largo de “Case Study Houses, The Complete CSH program (1945-1966)” y editado por Taschen, se presenta este espectacular volumen, tanto por el continente como por el contenido, que recopila 30 prototipos de viviendas (algunas construidas, otras no) que se hicieron bajo este novedoso experimento de los años 50.

El programa de las Case Study Houses fue promovido por la revista norteamericana Arts & Architecture, basada en Los Ángeles, con el fin de proporcionar a la industria modelos de viviendas de bajo coste pero que estuvieran basadas en un lenguaje moderno, pensando en las necesidades de construcción tras la Segunda Guerra Mundial y la Gran Depresión.

La idea era diseñar casas para clientes reales, utilizando materiales donados por empresas de construcción a cambio de la publicidad que proporcionaba aparecer en tan prestigiosa revista, y aunque las primeras viviendas no llegaron a construirse y la idea no acabó de despegar hasta entrados los años 50, el proyecto es sin duda uno de los proyectos más relevantes de la historia en el campo de la arquitectura residencial.

Entre los arquitectos participantes encontramos muchos con reputación internacional, con especial mención a Richard Neutra, autor de un buen número de casas, pero seguro que también os suenan Charles y Ray Eames, Eero Saarinen, Craig Ellwood o Pierre Koening. También colaboraron otros arquitectos locales; todo a gusto del director de la revista, John Entenza, quien los elegía personalmente e incluso fue cliente de una de las viviendas.

En el libro, preciosamente encuadernado y con una papel de calidad, encontraremos bocetos, planos y perspectivas de cada vivienda, así como también numerosas fotografías de los prototipos construidos —hechas la mayoría por en gran Julius Shulman—, y textos explicativos. De todo, sin lugar a duda lo más impresionante son los dibujos.

Trazados con un gusto exquisito, puedes pasarte horas admirando cada uno de ellos, ya sea un plano de la vivienda, un detalle, una perspectiva funcional o un alzado. No es que reniegue del ordenador como herramienta de trabajo, porque sin el dibujo asistido nuestra labor se tornaría infernal por momentos, pero es una pena que se haya perdido esa sensibilidad para valorar la línea, esos sombreados… en fin, todo.

Si os gusta la arquitectura, si queréis conocer como se quería cambiar el mundo en los años 50, o simplemente si queréis disfrutar con unos dibujos que enmarcaríais y colgaríais por toda la casa, haceos con una ejemplar de este libro imprescindible. No os defraudará. La única gran pega es que los textos están en inglés, francés y aemán, pero ni rastro del castellano.

Case Study Houses. The Complete CSH Program

Autor | Elizabeth A.T.Smith
Photografías | Julius Shulman
Editorial | Taschen
ISBN | 978-3-8365-1021-9
Precio | 49,95 euros

En Decoesfera | París línea a línea

Cuántas veces no hemos regalado algo a un niño y ha acabado jugando más con la caja que con lo que contenía. Pues bien, esa idea han querido llevar al extremos los chicos del Chicago children’s Museum con sus juguetes de cartón e imaginación.

Una de las salas del museo se habilitó como tienda de juguetes, pero en su interior no había más que cajas de cartón de diferentes tamaños, todas muy bien dispuestas, con una cinta de color identificativa. Como dice uno de los niños, eso no parecía una tienda de juguetes, sino una tienda de cajas.

La magia empieza cuando los niños escanean un código que lleva la caja, y una pantalla les muestra todo lo que pueden construir con ella: un avión, un castillo, un robot, un tren… Luego les invita a pasar a la sala de al lado, donde tenían todos los materiales necesarios para convertir esa idea en realidad.

Me gusta mucho esta propuesta de recuperar la imaginación como parte fundamental del juego. Además, los juguetes modernos me parecen siempre muy feos, como queriendo llamar desesperadamente la atención, mientras que estos juguetes de cartón, además de ser divertidos de hacer, tienen un encanto indescriptible, y encima los luciremos orgullosos en las estanterías mientras el niño no esté jugando con ellos. Todo ventajas.

Vía | No me toque las Helvéticas
Más información | Chicago children’s Museum
En Decoesfera | Cardboard Fun, homenaje al cartón en la sala de presentaciones de ARCO

Hoy estamos de enhorabuena, porque en Decoesfera estrenamos nuevo diseño. La alegría que sentimos solo es comparable a cuando al fin se van los obreros de casa y puedes disfrutar del resultado de la reforma.

El nuevo diseño es más minimalista, más moderno y ordenado, aunque seguimos conservando nuestra identidad. Además, incluye un montón de novedades importantes en cuanto a la estructura de contenido, que hará más fácil navegar por nuestra página y descubrir cosas interesantes.

A la izquierda, vista estándar; a la derecha, vista compacta

Por ejemplo, bajo la cabecera puedes encontrar los temas más relevantes que estamos tratando a ahora mismo, mientras que la barra lateral incluye nuevas funcionalidades, como ver los artículos más valorados o incluso la posibilidad de dejar una pregunta en Decoesfera Respuestas.

También tenemos novedades en la forma de ver el blog, ofreciendo dos posibilidades para que cada uno escoja la que más le guste. Por defecto se muestra la vista clásica, la de toda la vida, pero también debes probar la vista compacta, haciendo clic en el botón que lleva ese nombre sobre el título del primer post.

En la vista compacta podrás ver más cantidad de posts a la vez, perfecta para aquellos que buscan algo en concreto. Además, tiene una sección de destacados con la que no perderse lo mejor del blog. Si en algún momento quieres volver a la vista estándar solo debes pulsar el mismo botón que te ha llevado a la vista compacta.

Por si estos cambios no fueran suficientes, no hemos querido dejar de reformar también la maquetación de la página de cada post. Ahora tenemos un título mucho más grande, y el texto se encuentra a la izquierda, para que sea mucho más cómodo de leer.

Ya para acabar, hemos mejorado el sistema de comentarios, dándole más sitio para que vuestra opinión luzca como se merece. Así, si alguna conversación tiene muchos comentarios anidados (respuestas de respuestas de comentarios), no quedarán arrinconados a la derecha como ocurría antes. De regalo, ahora puedes suscribirte también a los comentarios.

Como en toda reforma que se precie, seguro que los obreros se han dejado alguna cosa por acabar, y no conviene descartar que algún grifo gotee, o que la puerta de una ventana no cierre bien, pero poco a poco puliremos esos fallos que puedan ir saliendo.

Esperamos que os guste el nuevo diseño de Decoesfera. Para nosotros es toda una alegria disfrutar de la flamante reforma de la que es nuestra casa. Nos sentimos renovados por dentro y por fuera —¿esto es un slogan no?— y con muchas fuerzas de seguir enseñandoos lo mejor del mundo de la decoración.

André Chiote ha creado esta serie de ilustraciones icónicas de arquitectura con la doble finalidad de destacar el papel emblemático de algunos edificios en el lugar que ocupan y al mismo tiempo resaltar sus líneas únicas y distintivas.

Entre las obras escogidas caben destacar dos de Oscar Niemeyer, un arquitecto que siempre me gustó, pero que desde que visité el centro que lleva su nombre en Avilés, me tiene locamente enamorado. Una pena que ya no podamos disfrutar más de este genio.

Me gusta especialmente cómo el artista ha sabido jugar con el uso de colores planos, pero al mismo tiempo enfatizando el volumen de los edificios a través de las sombras, que son al final las que definen las formas de un cuerpo.

Entre el resto de arquitectos y edificios escogidos, encontramos algunos contemporáneos, como Zaha Hadid o la dupla española Tuñon y Mansilla, supervivientes como Álvaro Siza o clásicos como Marcel Breuer, además del mencionado Niemeyer, entre muchos otros.

Cuando veo ilustraciones como estas, me pregunto en qué estaría yo pensando durante la carrera para presentar esos dibujos tan sosos, porque presentados con algo así seguro que mis proyectos no hubieran pasado desapercibidos.

Vía | Designboom
Más información | André Chiote
En Decoesfera | Los años 50 en dos ilustraciones de Oren Sherman

A veces, cambiar un espacio no es cuestión de mucho dinero ni engorrosas obras. Puede bastar con cambiar alguna pieza del mobiliario y, sobre todo, los colores. Eso es algo que se ve muy bien en el antes y el después de este salón que abraza el blanco.

Se trata del salón comedor de nuestra lectora Pilar Blasco, que se había cansado del tono azul que dominaba la estancia y quería darle un aspecto más luminoso. Así, aprovechando que tenía que sustituir el sofá, hizo algunos cambios más.

Lo primero que hice fue pintar la pared de un blanco roto. Además del sofá, cambié los sillones que tenía en la zona de comedor por unas réplicas de la silla Eames blanca (DSW), coloqué una alfombra nueva de yute y unas cortinas de esas que ya vienen listas para colocar. Y por último, la mesa de centro que era de color azul, la desmonté y la pinté de blanco

Como veis, no ha sido mucho trabajo, pero el cambio que ha pegado el salón es considerable. Ha pasado de ser un espacio oscuro con un diseño totalmente pasado de moda a otro mucho más alegre, moderno y luminoso. Incluso el mueble parece otro y eso que se ha dejado tal cual.

Me gusta especialmente la transformación de la mesita de centro. Con solo pintarla de blanco ha conseguido cambiar su aspecto completamente. También me gusta mucho la nueva alfombra y las cortinas. Una buena decisión sin duda la de optar por el blanco en este salón.

En Decoesfera | Antes y después: cambiando un pasillo con un poco de pintura
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Buscar un hotel de diseño que esté en la playa es complicado. Como las meigas, haberlos haylos, pero encontrar uno en el que no haya que empeñar algún organo vital para pasar unos días tiene su mérito. El hotel Belroy en Benidorm viene a demostrar que el diseño no está reñido con la playa.

Situado en segunda línea de playa, a sólo un par de minutos de la arena y menos de diez andando del casco antiguo de la ciudad, este hotel deja claro su diseño desde la fachada, que llama la atención por el contraste entre el negro de la estructura y el blanco del interior de las terrazas.

Si hubiéramos pagado el suplemento correspondiente, podríamos haber disfrutar de alguna de las suites con vistas al mar, pero como marzo no es precisamente temporada alta, nos tocó una gran habitación esquinera con unos ventanales enormes que daban al mar, la montaña y la piscina del hotel.

Como podéis imaginar, en cuanto corremos las cortinas la luz inunda esta amplia estancia con el característico color que el sol sólo tiene en la playa. Ayudan también los tonos claros del resto de superficies, donde predomina el blanco de las paredes y el crema de los suelos.

Un punto muy positivo, más allá de la luz, las vistas y la gran terraza, es que el suelo es de mármol —así como el cabecero—, infinitamente más adecuado para un hotel de playa que las moquetas que he encontrado en muchos otros.

También hay que destacar el diseño de los muebles. Se ha huido de todo convencionalismo optando por mesitas que son sencillas baldas acabadas en roble, a juego con la mesita de centro que hay a los pies de la cama y el escritorio con el minibar. Alegre, minimalista y sin pretensiones.

Lo único que desentona un poco es el clásico mueble para las maletas, que con su contrachapado en gris y negro y su aspecto un tanto raído, desluce ligeramente el conjunto final de la habitación.

Precisamente gris es también el baño, con el suelo y las paredes en cemento pulido. Lo más interesante es el lavabo de Corian y el espejo corrido, así como una bañera rectangular de diseño (que no se ve en la foto). Sin embargo, faltaba un poco de luz, y el espacio no resultaba del todo conseguido.

No obstante, a pesar de estos pequeños detalles negativos, el hotel Belroy es una auténtica joya en Benidorm. Con cuatro estrellas y un precio similar a los equivalentes de la zona —cuyas fotos me producían urticaria— es probablemente el hotel más bonito de playa en el que he estado. Sin querer ser pretencioso, resulta en un lugar muy agradable en el que pasar unos días junto al mar.

Galería de fotos

(Haz click en una imagen para ampliarla)

Más información | Hotel Belroy en Benidorm
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Hace un par de meses decidí poner una cobaya en mi vida. Desde el primer día me horrorizó la jaula que tuve que comprarle, la clásica de plástico y rejas blancas, así que mi mente empezó en divagar en cómo hacer yo mismo una jaula de diseño para mi cobaya.

En su día, había visto impresionantes jaulas montadas en una estantería Expedit —podéis verlas en Hamstergehege— pero a pesar de tener una en casa separando el salón del despacho, quería algo que pudiera mover y reutilizar en un futuro. Además, tampoco me apetecía hacer demasiado bricolaje, así que sin salir de Ikea, me decanté por la estantería Galant.

Galant es una vitrina horizontal de 160×40×40cm, en un blanco a juego con el resto de muebles de mi casa y, lo más importante, un sistema de puertas de vidrio correderas que permiten la entrada y la salida del aire al mismo tiempo que evitan que mi querido Mr.Tinkle pueda escapar.

Básicamente, lo que he tenido que hacer para adecuarla a su uso es perforar la tabla que separa los dos espacios —así puede pasar cómodamente de un lado a otro—, y también diseñar un sistema de barreras para contener el suelo y que no se desparramara todo cada vez que abriera la puerta.

Con la estantería venían dos baldas de vidrio. Una la he desechado, pero la otra la he dejado colocada para poder guardar su comida, el heno y otros accesorios que siempre tenía danzando por el salón.

Teóricamente, esta vitrina debía ir colgada, pero en su lugar le he añadido dos juegos de ruedas Expedit. De esa manera no sólo la separo un poco del suelo para poder ver mejor y coger a mi mascota cómodamente, sino que puedo moverla si lo necesito y le da un aspecto más ligero.

Aunque aún me quedan algunos arreglos por hacerle, como un sistema de sujeción para el bebedero, una zona a doble altura donde tiene la casita ahora mismo y algún detalle más, estoy mucho más contento con esta jaula de diseño para mi cobaya que con la convencional, amén de que en esta tiene mucho más sitio para correr y jugar.

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La nueva distribución de la casa es uno de los aspectos cruciales de toda reforma. Muchas decisiones se pueden posponer, otras tienen arreglo a posteriori, pero mover tabiques e instalaciones son palabras mayores, así que es importante contar con un buen asesoramiento a la hora de diseñar la distribución.

Siempre he defendido que en este campo los arquitectos jugamos con ventaja gracias a la formación recibida, no sólo en cuanto a conocimientos técnicos se refiere, sino también para visualizar espacios, manejar la composición y la geometría o ser capaces de ver más allá de lo convencional.

Es cierto que mucha gente confía más en su propio criterio para distribuir su casa, incluso le disgusta que alguien le diga lo que quiere, pero en la mayoría de los casos, como el que hoy nos ocupa, las mejoras que aporta la visión de un profesional suelen ser evidentes.

La vivienda que vamos a reformar es de mediados del siglo XIX en el barrio de Ruzafa en Valencia. Se trata de un quinto piso de planta rectangular, que da por el suroeste a una calle no muy ancha, y por el sureste a un gran patio de manzana. Tiene la peculiaridad de no tener patios interiores, por lo que la zona central es muy oscura.

En la distribución original las zonas húmedas de la casa, como el baño y la cocina, se encuentran en la zona posterior, lo que supone un pequeño desafío a la nueva distribución. Además, hay una serie de pilares que entorpecen bastante, por lo que la propuesta inicial que había pensado la dueña de la casa era bastante extraña.

Como se puede ver en el plano, se mantiene el baño y la cocina en la misma zona de la casa. Se tiran varios tabiques para hacer un salón-comedor completamente interior, así como un vestidor, mientras que las dos estancias que dan a la calle se transforman en la habitación principal y la de invitados.

En mi opinión, es un despropósito de distribución. El motivo no es otro que el espacio principal de la casa no tiene entrada directa de luz ni goza de las mejores vistas. Además, en la medida de lo posible es mejor que las zonas de día den a la calle, mientras que las de noche deben estar en la parte más alejada de la calle, por aquello de intentar aislarse del mundanal ruido para dormir.

Así que mi labor era tratar de cumplir el mismo programa, que incluye dos habitaciones —una con vestidor—, un salón comedor, un baño con bañera de hidromasaje y ducha y una cocina semiabierta con barra americana, solo que tratando que las cosas encajaran un poco mejor.

La propuesta de distribución cumple absolutamente todos los requisitos planteados, y añade también una pequeña terraza cubierta, pero lo más importante es que se han conseguido jerarquizar y ordenar los espacios, con un salón rectangular con dos balcones a la calle y una cocina semiabierta que aprovecha esa luz.

Al otro lado de la casa, las dos habitaciones disfrutan de la pequeña terraza con vistas al gran patio de manzana, mucho más privado que la calle. Ambas estancias tienen unas medidas más que adecuadas, por no hablar del gran baño con bañera de hidromasaje y una ducha independiente.

Probablemente, no es la distribución que hubiera escogido si esta fuera mi casa, quizás tendría una cocina más grande más integrada en el salón, y desde luego los espacios no estarían tan compartimentados —no soy muy devoto de las puertas— pero aunque mucha gente no lo crea así, los arquitectos solemos pensar también en los deseos de aquellos que habitarán las casas que diseñamos.

Tampoco es una solución perfecta, porque habrá que resolver el asunto de las bajantes, que se encuentran todas en la fachada posterior, y algunos detalles más, pero como punto de partida creo que es una distribución más lógica y racional.

Y a vosotros, ¿qué os parece la nueva distribución? Con el programa y los requisitos existente, ¿qué otras distribuciones se os ocurren?

En Decoesfera | Ayuda para reformar la cocina. Decoesfera responde
En Decoesfera | Proyecto minue: la nueva distribución de mi casa

Si os digo que dentro de ese arcón hay una habitación entera, con paredes y todo, me tildaríais de loco, pero eso es precisamente lo que han conseguido los diseñadores Roberto De Luca y Antonio Scarponi con Hotello.

La cosa tiene un poco de truco, porque como veréis a continuación, las paredes son en realidad un doble sistema de cortinas —una visual y otra acústica—, pero aún así tiene mucho mérito, ya que ahí dentro hay también una cama, una mesa de estudio, una silla y hasta una gran lámpara.

En cuanto abrimos el arcón, ya vemos por donde van a ir los tiros. Intuimos un sistema de raíles para crear una estructura que defina el espacio y donde podremos colgar las cortinas, así como un sistema de tableros ligeros de los que obtendremos los muebles.

Una vez montado todo, el resultado es una amplia habitación que cuenta con una cama individual —sustentada por un curioso somier con muchas patas—, una pequeña zona de trabajo con un taburete y el propio arcón haciendo las veces de zona de almacenaje.

A lo mejor en primera instancia puede no parecer una idea demasiado útil, pero se me ocurren muchas situaciones en los que resultaría práctico poder crear zonas más íntimas en grandes espacios, como por ejemplo en hospitales de campaña o en el caso de personas desalojadas por catástrofes naturales.

Vía | Swiss Miss
Más información | Conceptual devices
En Decoesfera | OLA. Mesa plegable minimalista

Desde que hace dos años descubriera las ruinas de Detroit, he quedado prendado de los edificios abandonados, de los lugares olvidados, que es precisamente como se llama esta serie fotográfica del alemán Sven Fennema.

Sven es un apasionado de los lugares abandonados, pero además es un magnífico fotógrafo, lo que da como resultado una serie de imágenes sobrecogedoras que cuentan historias del pasado, que nos hablan de otra época y evocan nuestra imaginación.

Os puedo asegurar que ha sido realmente complicado elegir las imágenes con las que ilustrar estas pocas palabras que las acompañan. Me parecen todas preciosas, delicadas y aterradoras al mismo tiempo; sublimes.

Como no podía ser, os dejo con una galería de imágenes, aunque hay muchísimas más en su página web, que os invito a visitar, y donde también podréis adquirir algunas de sus obras en series limitadas.

Galería de fotos

(Haz click en una imagen para ampliarla)

Vía | Fubiz
Más información | Sven Fennema
En Decoesfera | Cuando abandonas tu casa en el desierto

No estoy loco, aunque hace casi 50 años que Charles-Édouard Jeanneret nos dejó, hoy podemos disfrutar de Projecteur 365, la nueva lámpara de Le Corbusier, cuyos planos se descubrieron en los archivos de la fundación que lleva su nombre en París.

Originalmente diseñada para los tribunales de Chandigarh el gran proyecto urbanístico del arquitecto francés, esta preciosa lámpara nunca llegó a fabricarse ni a hacerse pública, quedando sus planos relegados al olvido desde 1954, año en el que están fechados.

Aunque en dichos planos solo aparecía una vista lateral y una pequeña perspectiva, ha sido posible recrearla de forma bastante fidedigna, solo que empleando materiales propios de la industria actual.

Sin duda una pieza de diseño que muchos querríamos tener en casa, aunque dudo que lo que cueste nos lo podamos permitir, al menos nos inspira para escoger otras que se parezcan. Por cierto, el nombre hace referencia al diámetro de esta gran lámpara, 365 milímetros, y estaba pensada para ser un gran foco encendido todo el tiempo, es decir los 365 días del año. ¿Casualidad?

Vía | Yanko Design
En Decoesfera | Los clásicos de Le Corbusier, ahora también para exterior