Todos conocemos la silla nº7 o la Ant Chair (silla hormiga) de Arne Jacobsen, así como la Swan o la Egg Chair, magníficos diseños que han eclipsado a una belleza perdida del famoso diseñador danés: la Tonque Chair, cuyo nombre hace referencia directa a la forma de lengua que tiene esta preciosa silla.

Ideada en 1955 para la escuela Munkegaard en Dinamarca, la Tongue Chair es la segunda silla diseñada por Jacobsen, justo después de haber creado el modelo Ant. Posteriormente fue utilizada en el Royal Hotel de Copenhague, pero solo estuvo temporalmente a la venta en los años 80 sin llegar a encontrar un lugar en el mercado, eclipsada por otros diseños más famosos del propio Jacobsen.

Sin embargo, llegan buenos días para este clásico del diseño, pues la empresa danesa Howe ha decido relanzarla junto con una revisión y ampliación de los materiales y acabados, estando el respaldo disponible tanto en diferentes tonos de chapa (haya, roble, nogal) como varios colores en tela y también en cuero (café y negro). Las estilizadas patas se ofrecen en blanco, negro y cromado.

No sé qué os parece a vosotros, pero me da que con lo bonita y delicada que es la Tongue Chair, con la fiebre por los modern classics que estamos viviendo y las ganas que tenemos muchos de salir de la rutina de la DSW, la Navy Chair y otras por el estilo, le auguro un buen futuro.

Vía | Designboom
Más información | HOWE
En Decoesfera | La cubertería de Odisea en el Espacio 2001

¿Nunca os pasa que, cuando os compráis algo, durante un tiempo seguís mirando tiendas en una extraña mezcla de la inercia de seguir buscando y el deseo de confirmar que hemos realizado una buena elección? A mi me pasa con las cocinas, así que entenderéis que haya devorado las novedades en cocinas del catálogo de Ikea 2014.

No es que las tendencias en decoración de cocinas cambien de año en año, pero sí que vamos a poder confirmar ese giro hacia cocinas más cálidas con un toque tradicional, ecléctico o industrial que se alejan de esas cocinas extremadamente modernas tan de moda hace unos años.

Cocinas acogedoras

Es para mi, la vertiente principal de las cocinas de Ikea es la de cocinas acogedoras, donde predominan la luz, los tonos neutros y la madera, ya sea con un toque tradicional en forma de grandes fregaderos, puertas con molduras y puertas de cristal o en su versión más nórdica de líneas sencillas y combinación del blanco, la madera y el acero en menor medida.

Cocinas eclécticas y coloridas

El color es otro de los puntos fuertes del catálogo de cocinas de Ikea desde siempre. La amplia gama de colores para las puertas e incluso los azulejos y complementos, hace que las cocinas puedan ser todo lo coloridas que queramos. No es mi estilo, pero hay que reconocer que tienen su atractivo.

Cocinas industriales

Desde que Ikea introdujo el acabado en acero inoxidable para sus puertas, unido a la gran cantidad de accesorios en acero inoxidable de los que ya disponía en su catálogo, tener una cocina de estilo industrial me ha estado tentando día sí y día también. No son tan prácticas ni acogedoras, pero sí de lo más atractivas.

Cocinas elegantes

Tampoco se iba a olvidar Ikea de la gente que sigue queriendo cocinas elegantes, con sus puertas en acabado brillo o maderas en tonos oscuros. Junto con una buena elección de tiradores es fácil conseguir una cocina moderna y elegante. Quizás demasiado seria, pero también una apuesta segura.

Novedades en almacenaje

En cuanto a las novedades en almacenaje, me he enamorado de la estantería Fjälkinge, de acero lacado en blanco, que ofrece una solución sencilla y minimalista para aquellos que necesitan mucho sitio para guardar el menaje pero no quieren renunciar a lucirlo como se lo merece.

Tenemos silla nueva en la cocina

Tenemos silla nueva en la cocina, se llama Älmsta y es divina, siempre y cuando te guste el mimbre y las sillas con aire a mecedoras, claro. No es santo de mi devoción, pero encaja perfectamente en ese giro hacia lo rústico, lo tradicional y el shabby-chic que poco a poco han dado las cocinas y la decoración en general.

En fin, esto es lo que encontramos en el catálogo de novedades de Ikea 2014 en la sección de cocinas. Sin duda nos hemos quedado todos con ganas de más, pero para abrir boca hasta que llegue el catálogo de Ikea a España, deberá valernos.

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He de confesar que, al igual que mi compañera Patch, estaba enganchado a “Tu casa a juicio” —casi siempre del lado de Hillary, la decoradora— pero de un tiempo a esta parte “La casa de mis sueños” se ha convertido en mi nuevo programa favorito de decoración por varios motivos.

Con el nombre original de Property Brother —mucho más adecuado, todo sea dicho— se trata de un programa de reformas canadiense producido por Cineflix y emitido originalmente en la Cadena W en Canadá y la HGTV en Estados Unidos. En nuestro país se emite en el canal Divinity de la TDT y el canal DeCasa por cable y satélite.

Los hermanos gemelos que protagonizan el programa, Jonathan y Drew Scott, son efectivamente contratistas y agentes inmobiliarios —aunque en la serie interpretan cada uno un papel— que además llevan muchos años en el negocio de la compraventa, construcción y reforma de viviendas con su empresa Scott Real Estate, Inc. Además, hicieron sus pinitos como actores en series de televisión como Expediente X y Smallville, lo que explica su soltura frente a la cámara.

Para los que no hayáis visto el programa, os explico brevemente la mecánica:

1. Una pareja quiere mudarse a una nueva casa porque la nueva se les queda pequeña, está demasiado lejos del trabajo o porque simplemente quieren dejar de pagar un alquiler. En principio, todos son reacios a hacer reformas y quieren una casa lista para entrar a vivir.
2. Contactan con Jonathan y Drew, que lo primero que hacen es enseñarles una casa maravillosa totalmente acabada, pero que se sale de su presupuesto. Así les convencen de que deben buscar una casa echa polvo y reformarla.
3. Tras ver muchas casas y escoger dos, Jonathan prepara un diseño en 3D de cómo quedaría la reforma de cada una de ellas, elabora un presupuesto y se lo presenta a los futuros compradores junto con la valoración inmobiliaria de Drew para que elijan una de las dos.
4. Por último, se lleva a cabo la reforma (mostrándose con bastante detalle) y se enseña el resultado final

¿Por qué me gusta tanto “la casa de mis sueños”?

A pesar de no dejar de ser un reality, La casa de mis sueños representa bastante bien el proceso de transformación de una casa desde la decrepitud al esplendor, así como los problemas que pueden aparecer durante la compra y también durante la reforma, sin llegar a los dramas que a veces interpretan la diseñadora Hillary y el contratista Fergus en “Tu casa a Juicio”.

Además, hay otra cosa que me gusta mucho, y es la relación del diseñador/contratista Jonathan con los clientes, ya que hace que éstos se involucren mucho en el proceso de reforma, desde la demolición hasta la elección de materiales, e incluso a veces intervienen directamente para reducir costes, por ejemplo, encargándose de pintar. Así, al hacerlos partícipes, los clientes entienden mejor el devenir de la reforma, lo complicado que es hacer ciertas cosas y lo que cuesta cada una de ellas, evitándose esas indignaciones y enfrentamientos tan típicos de Tu casa a Juicio.

Otra cosa interesante es cómo manejan los presupuestos, ya que casi siempre se suelen ceñir a ellos a pesar de que sus intervenciones no están siempre libre de imprevistos y hasta deseos añadidos de los clientes. Explican bastante bien cuánto cuesta cada partida y buscan maneras de ahorrar dinero cuando hace falta sin tener que “tachar cosas de la lista” como hace siempre Hillary, que parece incapaz de montar una cocina de bajo coste (solo se lo he visto hacer en un episodio).

Tampoco puedo pasar por alto el gusto y acierto que tienen para decorar y resolver los diferentes espacios. Normalmente optan por tirar tabiques y unificar espacios, pero sin excederse. Saben combinar muy bien su estilo más bien moderno con los gustos de sus clientes, creando una decoración un tanto ecléctica pero siempre armoniosa. Probablemente yo haría muchas cosas de forma diferente en cuanto a elección de mobiliario y acabados, pero en la distribución aciertan casi siempre.

Todas estas cosas, unido al tono positivo del programa y a que lo emiten en un horario mucho más cómoda para mi (entre las 14 y las 16h), hacen que “La casa de mis sueños” sea mi nuevo programa favorito de decoración, aunque la verdad es que siempre que enciendo la tele me engancho a cualquiera que pongan en ese momento.

Por cierto, en su web podéis encontrar las fotos del antes y el después de todos los capítulos emitidos hasta ahora y también información sobre los materiales, muebles y accesorios empleados en cada reforma, por si os habéis encaprichado con alguna pieza.

Más información | Property Brothers
En Decoesfera | El estilo de decoración de Hilary Farr, de ‘Tu casa a juicio’

Para la adivinanza decorativa de este viernes me he puesto un poco bélico y os he traído algo que bien podría ser una mina submarina como las que tantas veces hemos intentado descubrir en el famoso juego de ordenador Buscaminas que incluía Windows en sus versiones prehistóricas.

Como hace mucho que no hago la adivinanza, voy a ser benévolo y os voy a dar una gran pista: se trata de un accesorio de escritorio. Y no digo más, ahora os toca a vosotros discurrir y tratar de encontrar la función de este objeto con forma de mina submarina o pez globo enfadado. Esta tarde, la solución, pero no olvidéis las reglas: nada de marcas ni enlaces en los comentarios para que todos puedan participar y disfrutar del juego.

En Decoesfera | Adivinanzas

El verano ha ha pasado su ecuador y las clases o el trabajo ya asoman en el horizonte, así que hay que aprovechar el tiempo que nos quedan, y que mejor manera que con alguno de estos diez proyectos para decorar tu dormitorio antes de la vuelta a clase.

1. Marcos con Washi tape

No se puede ser adolescente sin fotos, tarjetas y pósters colgados de las paredes, pero no vale tenerlos de cualquier manera. Si queremos lucirlos con estilo lo mejor es que los enmarquemos con sencillos y preciosos marcos con Washi Tape. Con un poco de este celo decorativo y algo de imaginación, el éxito está asegurado.

2. Dale un aire nuevo a tu ropa de cama

Vale que hay una gran variedad de fundas de edredones en el mercado, pero nada como crear nuestros propios estampados para darle un aire nuevo a nuestra ropa de cama. Nuestra compañera Mariona nos enseña a decorar lencería de hogar nosotros mismos, así que no hay excusa para no hacerlo.

3. Decora un bloque de madera para tus lápices

Todos tenemos en la mesa un bote con lápices y bolígrafos, pero si de verdad queremos un escritorio con estilo, no hay nada como adaptar y decorar un bloque de madera para guardar los lápices. Además del bloque de madera, basta un taladro, algo de barniz y un poco de gusto al decorar.

4. Luce tu nombre con letras de cartón

En muchas habitaciones infantiles y juveniles encontramos el nombre de su dueño en algún accesorio, ya sea en un tren de madera que lleva las letras en los vagones, en algún vinilo en la pared… pero si queremos que no nos cueste nada lo mejor es que nuestro nombre luzca en estas letras de cartón hechas por nosotros mismos.

5. Mini corchos decorativos

Un gran panel de corcho donde colgar nuestros recuerdos y cosas pendientes es un clásico en los dormitorios juveniles, pero si no queremos que tenga tanto protagonismo o simplemente queremos tener algo diferente, os recomiendo estos pequeños corchos decorativos que podemos hace nosotros mismos.

6. Un marco para colgar recuerdos

Si ni el corcho convencional ni los pequeños corchos que os acabo de enseñar os convencen, entonces es que queréis algo fuera de lo normal, como este marco reconvertido para colgar nuestros recuerdos en el que el lienzo se sustituye por un enrejado de cuerdas donde podemos colgar con pinzas aquello que queramos lucir.

7. Un libro para tus secretos

No estoy hablando de escribir un diario, sino un libro vacío para esconder en su interior esos objetos que queremos esconder de las miradas ajenas, como la foto de nuestro amor, un mechón de su pelo, cartas… o la medalla que ganamos en las olimpiadas del colegio y que no enseñamos por vergüenza.

En realidad es una caja de cartón que forraremos para que tenga aspecto de libro y, a ser posible, rotularemos con un título que aleje a cualquiera de leerlo. No sé, algo así como Las relaciones franco-prusianas durante el periodo de entreguerras o simplemente El Quijote.

8. Imanes dorados

Pueden ser con forma de gatos como los de la imagen o de cualquier otra figura que nos interese, simplemente deberemos pintarlos con spray dorado y añadir celo imantado en la parte posterior para conseguir estos preciosos imanes dorados que resaltarán cualquier cosa que colguemos con ellos.

9 – Un soporte de madera para tus mejores fotos

Aunque las fotos en papel son ya un rara avis, siguen sin perder un ápice de su encanto cuando se trata de decorar. Por eso me gusta tanto este soporte de madera en el que lucir nuestras mejores fotos. Es una manualidad muy sencilla de realizar y el resultado es precioso.

10 – Dale un nuevo look a tus lámparas de papel

Las lámparas de papel son una solución atractiva y económica para iluminar un dormitorio, lo que pasa es que a veces resultan un tanto anodinas e impersonales, así que si queréis darle un nuevo look a vuestras lámparas de papel os recomiendo que le echéis un vistazo a estas tres ideas para personalizar tus lámparas de papel.

Imágenes | Design Sponge
En Decoesfera | La vuelta al cole: decorar habitaciones infantiles en verano

Till Könneker es un diseñador suizo que, tras mudarse a su nuevo apartamento en Berna, empezó a notar que le sobraba espacio y le faltaba almacenaje, especialmente para guardar su colección de vinilos y ocultar todas esas cosas feas, (estufas, equipos de esquí, sillas plegables…) que no nos gusta que estén a la vista mientras no las usamos.

Así que ante esta coyuntura, en vez de comprarse un armario como todo hijo de vecino, Till decidió que lo mejor era diseñar lo que a la postre llamó The Living Cube, y que es una combinación de trastero, mueble de comedor, armario para los abrigos y cama para invitados en una sola pieza cúbica.

El diseño, construido por Remo Zimmerli de Holzlaborbern en madera oscura, encaja perfectamente en el espacio diáfano y luminoso de la sala principal de su piso, ayudando a aportar carácter a la sala a la vez que resuelve los problemas de almacenaje y ausencia de habitación de invitados de los que adolecía el apartamento.

Me gusta especialmente como este cubo de madera ayuda además a jerarquizar el espacio, ya que su madera oscura es todo un foco de atención, pero a la vez resulta liviano gracias a la luz que entra por las ventanas y a su altura, ni muy alta como para que resulte agobiante ni muy baja para que se llegue a ver la cama.

Vía | Inspirationist
Imágenes | Rob Lewis
Más información | Till Könneker
En Decoesfera | Tres buenas ideas para ocultar la televisión del salón

Hay que aplaudir el gusto que han tenido los dueños de este loft ecléctico en Filadelfia para reunir todo tipo de hallazgos de mercadillo, materiales rescatados de la basura y tesoros familiares de los que no querían desprenderse y hacer que combinen a la perfección en su precioso y espacioso piso.

A pesar de que hay quien utiliza el adjetivo ecléctico como algo despectivo al hablar de una decoración, como si nadie se hubiera preocupado de ceñirse a un estilo, en mi opinión es una forma de decorar tan válida como cualquier otra, solo que más complicada todavía ya que hay que armonizar elementos de muchos estilos que pueden resultar incompatibles en primera instancia.

Sin duda Lance DeWalt y Quoc Nguyen, los afortunados dueños del loft, han sabido hacerlo con maestría, resultando en un espacio acogedor y cómodo que desprende todo el carácter y la historia de los objetos que lo decoran, aunque también ayuda mucho la amplitud y la luz de los grandes ventanales.

La estancia principal es un gran salón-comedor con una cocina de concepto abierto (es un guiño a La casa de mis sueños y Tu casa a juicio) con preciosos sueños de madera oscura y el resto de superficies pintadas de blanco, incluidas las vigas del techo y las instalaciones, que quedan vistas.

En la zona de salón encontramos un precioso sofá de color fucsia, una alfomabra de formas geométricas y colores a juego con el sofá. La neutralidad la aportan la mesa de acero y mármol y la lámpara Arco con pie de mármol de Achille Castiglioni. El toque excéntrico lo aporta el jarrón dorado y, sobre todo, el sillón semiesférico que cuelga del techo.

La zona de comedor es otro ejemplo del eclecticismo reinante en toda la casa. El espacio lo domina una gran mesa negra rodeada de hasta cuatro tipos de sillas diferentes, desde unas de madera más tradicionales a otras más modernas como la reedición transparente de la silla Louis XV (la Louis Ghost de Philippe Starck) o un clásico moderno como la silla Panton.

Alrededor de la mesa encontramos todo tipo de muebles, como un gran aparador de madera con vitrinas, otro aparador de acero inoxidable, una extraña instalación de cuellos de camisa… sin olvidar la lámpara de araña dorada que cuelga sobre la mesa.

Sin embargo, mi zona favorita es la de la cocina, donde las lámparas doradas y los taburetes de forja y madera contrastan con el blanco impoluto y brillante de los muebles de cocina, que bien podrían haber sido parte de una casa minimalista si no fuera por la cabeza de ciervo dorada sobre la encimera.

El dormitorio se encuentra separado del salón por un tabique de madera que no llega al techo del todo, por lo que la luz se cuela por la parte superior, iluminando una estancia que de otra manera sería completamente oscura. Me gusta la puerta corredera reciclada que da acceso a la habitación, y el pequeño rincón de lectura creado junto a ella.

Una vez dentro del dormitorio, se agradece que sea un espacio amplio y no muy cargado, donde simplemente encontramos un aparador, una zona para colgar la ropa, un gran espejo vintage, una cama sencilla y una pequeña mesita-tocador junto a ella. De nuevo se vuelve a mezclar el estilo moderno de la cama y la silla Eames DSR con la mesita decapada, el espejo o la cómoda frente a ella.

En definitiva, este loft ecléctico de Filadelfia es un magnífico ejemplo de cómo decorar combinando objetos y muebles de diferentes estilos. Una delgada línea separa una decoración llamativa pero equilibrada de una histriónica que agobie nada más entrar por la puerta, así que si queréis hacer algo así en casa, tomároslo con calma y moderación.

Vía | Design Sponge
Imágenes | Courtney Apple
En Decoesfera | Puertas abiertas: un refugio familiar con encanto en Andros

El Art Nouveau nunca ha sido santo de mi devoción, tengo claro que no podría sobrevivir mucho tiempo en una casa como la villa Majorelle en Nancy, que es Art Nouveau en estado puro, pero tampoco puedo dejar de rendirme ante la belleza de esta puerta Art Nouveau.

Lo que más me gusta de la puerta en cuestión no es sólo su precisa geometría de inspiración organicista, con esa extraña manera de ser extremadamente ornamental y con un punto minimalista al mismo tiempo, sino lo mucho que incita a imaginarse un mundo en el que el Art Nouveau fuera el estilo dominante.

Y os que hoy en día vivimos rodeados de diseños que siguen bebiendo del Movimiento Moderno y el Estilo Internacional. Porque aunque hay un auge del Postmodernismo en cuanto a arquitectura se refiere, los electrodomésticos y en general la decoración “moderna” sigue las mismas líneas que se marcaron entonces, y seguimos considerando modernos diseños de hace 50 años como la Silla Barcelona, la Silla Eames o cualquiera de Arne Jacobsen.

Pero, ¿qué pasaría si el Art Nouveau hubiera triunfado como lo hizo el Estilo Internacional? ¿Viviríamos en casas con puertas como esta, con figuras geométricas imposibles y muebles que parecen escapados del attrezzo de alguna película de aventuras de fantasía?

Vía | Likecool
En Decoesfera | Desayuno en Tiffany’s

Nuestro lector Edgar tienen una pequeña pero impresionante terraza que ha tenido a bien compartir con todos nosotros para la sección Enséñanos tu casa, donde los lectores de Decoesfera tenéis la oportunidad de mostrarle al mundo los resultados de vuestras aventuras decorativas.

La terraza de Edgar empezó a cambiar el día que decidió que quería una piscina:

Pues yo tenía ganas de tener una piscina para poderme remojar en verano, necesitaba algo pequeño, porque si no me quedaba sin terraza, así que estuve mirando cómo hacerla. Mi primera opción fue hacerla de obra, pero pesaría mucho y también sería algo fijo que no podría quitar fácilmente, por lo que opté por hacerla en acero inoxidable.

Ni corto ni perezoso, nuestro avezado lector tomó las medidas y contactó con un herrero para que le hiciera la estructura. Luego añadió un cristal de seguridad laminado y lo acopló a la estructura. El tamaño de la piscina es un poco más pequeño que el ancho de la terraza, para que no pese demasiado, algo que consultó con un ingeniero para no poner en riesgo la estructura del edificio.

Con la piscina en su sitio, la terraza empezó a cobrar forma. Los palés para el sofá y la mesita los consiguió en un polígono industrial. Los pintó todos de blanco, al sofá le puso patas y a la mesa de centro ruedas industriales, mientras que los cojines del sofá (los que hacen de base) los consiguió en MiPuf, de los que ya os hemos enseñado algunos productos.

Así se quedó la terraza durante un tiempo, con la piscina sin revestir, la mesita y el sofá. Durante ese año se le ocurrieron muchas cosas para la terraza, empezando por la piscina, a la que le añadió un chorro de agua (la instalación la hizo un fontanero) y contrató a un carpintero para que le forrara los laterales de la piscina.

También añadió luces LED en la piscina, en un lateral y debajo de la mesita, que le da un aspecto maravilloso de noche. Puede controlarlo todo con un mando a distancia para cambiar la intensidad y el color de las luces, así como también la bomba de agua y el filtro de la piscina para apagar o encender la cascada.

Por último, como vio que le faltaba algo de vida a la terraza, decidió añadir césped artificial —que queda realmente bien—, un poco de grava blanca en uno de los laterales y también plantas en la parte exterior. Al principio pensó en un seto natural, pero al final optó por plantas artificiales para no tener que preocuparse por su cuidado y mantenimiento.

Desde luego se nota todo el trabajo y dedicación que Edgar a puesto en su pequeña pero impresionante terraza. Me gusta mucho la combinación del negro de las paredes, el rojo de los sofás y el verde del césped, pero sin duda lo mejor es la pequeña piscina, que debe de ser un auténtico oasis de placer cuando apriete el calor.

Recordad que si queréis participar en la sección Enséñanos tu casa, podéis hacerlo enviando vuestras fotos a editores@weblogssl.com, al menos con 650px de ancho y, a ser posible, con una explicación de cómo habéis decorado vuestra casa.

En Decoesfera | Antes y después: un salón que abraza al blanco

Seguro que con todo lo que se ha hablado del palacete de los Duques de Palma en Pedralbes, a todos nos hacía mucha ilusión saber cómo es por dentro esta pequeña mansión ubicada en uno de los barrios más exclusivos de la Ciudad Condal, donde también vive, por ejemplo, Lionel Messi.

Curiosamente, tanto Messi como los Duques de Palma (especialmente Iñaki Urdangarín) han tenido problemas con la justicia, el primero por unas cuestiones técnicas con Hacienda, que le reclama una buena suma de dinero, y el otro… bueno, del otro mejor no diré nada, porque seguro que ya sabéis todo, así que centrémonos en el palacete en cuestión, que acaba de ofrecerse a la venta por casi diez millones de euros en un portal inmobiliario ruso.

Desde la calle, el palacete de los Duques de Palma en Pedralbes resulta medianamente discreto, pues no se atisban demasiados lujos, sino más bien una casa grande de diseño moderno, sencillo y elegante. Ese mismo estilo se conserva en las fachadas del interior, donde queda claro que los Duques tienen bastante buen gusto.

Paredes blancas y madera para las contraventanas (en homenaje a la arquitectura tradicional mediterránea) combinadas con volúmenes geométricos sencillos que conforman una vivienda de corte moderno y minimalista. Grande pero sin pecar en el exceso. Lujosa pero no ostentosa.

Antes de entrar en el interior, no conviene olvidarse de echar la vista atrás y observar el espectacular jardín del que goza la casa que, a diferencia de la arquitectura, tiene un diseño más inglés que moderno, con líneas sinuosas, y poco regulares. Un pequeño oasis en la ciudad.

Una vez en el salón, uno se da cuenta de que la casa es realmente grande. No sé a vosotros, pero a mi no me cabe en el salón ni uno de los dos sofás que tienen, por no hablar de esa enorme mesa de centro y los dos butacones al fondo, que son quizás los únicos que desentonan un poco en la decoración sobria y un tanto impersonal, algo a lo que ayuda que la estantería del fondo esté completamente vacía.

En el comedor, desde el que se vislumbra otro salón diferente, se mantiene esta línea sobria y elegante. Muebles de estilo moderno pero con predominancia de los tonos tierra para aportar serenidad y sensación de confort. De nuevo resulta un poco impersonal, pero imagino que tiene que ver con que está en alquiler.

La única zona un poco más colorida es un “rincón” de descanso (digo rincón entre comillas porque es enorme) en una de las esquinas del salón principal, donde encontramos dos grandes sofás, uno de color azul y otro de color naranja, así como una mesita en la misma gama cromática. Quizás una zona pensada para los pequeños de la casa.

Pasamos ahora a la cocina, que como dirían los hermanos Scott, es una cocina gourmet en toda regla. Superficies de acero inoxidable, una gran isla central para trabajar cómodamente. Una gran encimera con fuegos de todo tipo, armarios por doquier… en fin, que cuando la vean mis compañeros de Directo al Paladar, van a babear hasta inundarla.

Por último sólo me queda enseñar un pequeño rincón que, si la intuición no me falla, parece ser una barbacoa cubierta con vistas al jardín, donde encontramos una mesa al fondo y una zona de cocina con barra que debe de hacer de bar a la vez que de zona de barbacoa.

En fin, si tenéis por ahí debajo del colchón diez millones de euros (o un poco menos, que el precio es negociable) el todavía palacete de los Duques de Palma en Pedralbes puede ser un buen lugar donde invertirlos, aunque sinceramente no tengo ni idea de si es su precio de mercado o no, yo soy más de barrios donde oyes a tus vecinos.

Vía | Barcelona Rent
En Decoesfera | Casas de famosos: Annie Leibovitz

Miele ha presentado en IFA 2013 un lavavajillas integrado sin tirador que se abre llamando a la puerta con un leve golpe de nudillos, como si llamáramos a la puerta de casa. Al hacerlo se libera un mecanismo que abre el lavavajillas lo justo para que podamos manejar los controles o abrir la puerta por completo para cargarlo o descargarlo.

Durante mi visita a esta importante feria del electrodoméstico y la electrónica de consumo celebrada en Berlín, pude probar su funcionamiento, y la verdad es que es tan sencillo como efectivo. Basta con un leve golpe en la zona central de la puerta para que ésta se abra, pero aunque demos un golpe fuerte en la encimera o alguna de las puertas laterales, ni se inmuta, evitando aperturas accidentales.

Tal vez no sea un gran avance tecnológico, pero supone toda una ventaja para aquellos que quieran una cocina descaradamente minimalista, con todos los electrodomésticos integrados y ningún tirador a la vista. Para los armarios era algo fácil de lograr gracias a los sistemas de apertura pulsando la puerta, pero hasta ahora no existía ninguna solución tan elegante para los electrodomésticos integrados.

Más información | Miele
En Decoesfera | Espacios que inspiran: una cocina de 7 metros cuadrados

A la hora de reformar la cocina, uno siempre teme un presupuesto elevado y una obra de magnitudes similares, pero no siempre tiene que ser así. En este antes y después tenemos un ejemplo de como con buen gusto y un poco de pintura podemos tener una cocina nueva, tal y como ha hecho Joy Lewis en la suya

Bueno, antes de que veáis el después a continuación, he de confesar que han hecho algo más que pintar —pero no mucho más— es que no quería que la realidad me estropeara un buen titular y que por no captar vuestra atención os perdierais esta magnífica transformación.

Como se puede ver en las imágenes, y a pesar de que la cocina original no estaba tan mal, el cambio es espectacular, y eso que los armarios son los mismos, simplemente se han pintado los inferiores de un color ceniza y los superiores de blanco, amén de otros pequeños cambios que ahora mencionamos, aunque seguro que los más avezados ya os habéis percatado.

Por ejemplo, también se ha cambiado la encimera, que no es un cambio menor. La otra no parecía estar nada mal, pero me imagino que la esquina curvada de la zona de desayuno y su tono ligeramente crema no les convencía del todo, así que decidieron poner una nueva completamente blanca y de líneas más puras.

Además de la encimera, también han añadido un nuevo frontal para los armarios que dan a la zona del salón, un panel con efecto listonado que le da un toque ligeramente rústico, con más carácter que el que había. Los taburetes negros originales se han sustituido por unos taburetes metálicos de Tolix en amarillo intenso, aportando un poco de alegría y color a la cocina.

El último e interesante gran cambio de la cocina, más allá de cambiar los tiradores o el grifo, es haber quitado los armarios altos que había junto a la ventana, y en su lugar colocar un par de estantes de madera mucho más livianos, que además también aportan un punto de calidez al conjunto.

También hay lámparas nuevas y alguna cosa más, como un falso alicatado blanco (de los que venden en paneles) que sustituye a la pintura verde del fondo, pero los muebles y los electrodomésticos son los mismos (menos el lavavajillas), así que salvo por haber cambiado la encimera, que conlleva un poco de obra, no ha habido mucho que destruir y volver a construir.

Extra: También ha cambiado la zona de comedor

Como sé que con la cocina os habéis quedado con ganas de más, os voy a enseñar cómo ha quedado la zona de comedor, que también ha recibido una mano de pintura y muebles nuevos, transformando lo que antes era un espacio de estilo bastante convencional en un espacio moderno y alegre en el que comer.

Los cambios en esta zona son más evidentes, aunque no excesivamente costosos. El verde de las paredes ahora es un blanco roto (o gris claro si queréis), la mesa oscura se ha sustituido por un bonito tablero de madera con patas metálicas, y las sillas ahora son blancas metálicas, las centrales también de Tolix y las de los extremos otras de diseño que ahora mismo no consigo identificar.

También contribuyen al cambio de la estancia las nuevas lámparas —a juego con las de la cocina—, la pizarra al fondo y el gran espejo que amplia el espacio, así como las notas de color que aportan las plantas y el taburete amarillo situado en la esquina. En definitiva, tanto en la cocina como en el comedor: un gran cambio sin grandes cambios.

Imágenes | Joy Lewis de Beautiful Protest
En Decoesfera | Enséñanos tu casa: la pequeña pero impresionante terraza de Edgar

Si, como yo, tenéis un baño más bien pequeño, seguro que en alguna ocasión habéis sufrido las estrecheces y disputas varias —codazos incluidos— propias de intentar utilizar un espejo minúsculo dos personas al mismo tiempo, algo que se puede evitar con Mirror 180, un espejo diseñado para compartir.

Los chicos de Halb, que imagino también habrán sufrido este problema en sus carnes, tuvieron la genial idea de dotar a su espejo de dos inclinaciones diferentes, de forma dos personas pueden reflejarse en él cómodamente, sin tener que tener que luchar despiadadamente por un mísero reflejo.

El hábitat natural de este espejo son los baños pequeños (mide 50 centímetros de ancho), aunque también resultaría de utilidad en un recibidor de esos que no son más que un ensanchamiento del pasillo. Sin embargo, también tiene sentido como elemento decorativo, ya que colocado de un ángulo diferente podemos jugar con la inclinación de los reflejos para crear diferentes composiciones.

Mirror 180 está fabricado en vidrio (lógico), el sistema de sujeción posterior es de madera y puede ajustarse en tres posiciones diferentes, su precio es de 195 euros y podemos adquirirlo directamente desde la página web de los diseñadores.

Vía | Trendencias Shopping
Más información | Halb
En Decoesfera | Una escalera para el baño que hace las veces de estantería

Concentrarse en mi casa es a veces toda una odisea. Si no es mi pareja viendo la tele, es la niña de los vecinos que llora o ríe —no sé qué es peor—, las obras que llevan a cabo en la calle o un coche que pasa con la música a toda pastilla. Quizás por eso añore un lugar en el que concentrarse como Study Cube.

Study Cube es un pequeño cubículo de madera, similar a un armario grande o más bien una sauna, que contiene en su interior sólo lo imprescindible para escribir o estudiar: una silla, una mesa, luz y estanterías para guardar los libros que estemos, así como alguna fruslería como una pizarra en la cara interior de la puerta.

Puede que a muchos no os seduzca la idea de meteros en un armario a estudiar, pero a veces el aislamiento es la mejor de concentrarse, y si en casa no disponemos de sitio como para disponer de una zona de trabajo independiente y bien aislada, algo como Study Cube puede ser una buena solución, por muy extraña que parezca en primera instancia, aunque no estaría de más que pulieran un poco su diseño para que parezca algo más acogedora y menos una caseta de jardín.

Vía | Likecool
En Decoesfera | The Living Cube, para cuando sobra espacio y falta almacenaje

Rosie Lee ha sido la encargada de diseñar las oficinas de Nike en Londres, un espacio para trabajar moderno y alegre. La mano de Rosie, con más de una década de experiencia creando campañas y espacios publicitarios para la marca, se nota en su gusto por las ilustraciones y los mensajes positivos que inundan las oficinas.

Ya desde la entrada se nota que estamos ante unas oficinas al uso contemporáneo; abiertas, desenfadadas, coloridas, informales. En la recepción, donde predomina el naranja, encontramos una gran ilustración que mezcla los iconos más destacados de la ciudad con las zapatillas más emblemáticas de Nike.

Pero no es el naranja el único color de estas oficinas, pues también están presente el verde y el amarillo. Todos colores positivos y dinámicos, que animan a trabajar, pero sin ser excesivamente estridentes ni resultar agobiantes, ya que se entremezclan bien con el blanco de techos, muebles y paredes y el negro del suelo.

Los espacios, como no podía ser de otra manera, son generalmente diáfanos, tanto en el caso de los puestos de trabajo, dispuestos en grandes salas con iluminación natural, como en las salas de reuniones o despachos, en las que sólo una lámina de vidrio las separa del resto de la oficina.

Sin embargo, lo que más me gusta de estas oficinas es lo trabajada que está la decoración de las paredes. Y es que no hay paramento vertical que no contenga una ilustración, una frase inspiradora o incluso la receta de cómo hacer gofres, que se encuentra en la zona de comedor.

Así, cada departamento tiene sus propias ilustraciones temáticas, con citas de futbolistas famosos y recreaciones de goles en la zona de dedicada a botas y equipamiento futbolístico, imágenes de zapatillas a gran escala en movimiento en la zona de running o grandes composiciones con referencias a las Air Jordan en la zona de baloncesto.

Quizás lo único que hecho en falta en las oficinas de Nike en Londres es un poco de calidez, ya que salvo en el comedor —donde hay paneles de maderas en las paredes y mesas también de madera— todos los materiales son demasiado planos, perfectos y modernos, asépticos a fin de cuentas, lo que hace que por momentos resulte un espacio para trabajar un tanto frío.

Otro punto que también resulta ligeramente opresivo es la falta de espacios a diferentes alturas. La altura de las oficinas es homogénea a lo largo de toda la planta, no hay ningún lugar en el que relajar la vista en espacios a doble altura, aunque imagino que eso es algo que venía muy condicionado por el edificio en el que están ubicadas las oficinas.

En cualquier caso, las oficinas de Nike en Londres son un agradable, colorido y alegre espacio para trabajar. A los requisitos habituales de modernidad y diafanidad se ha añadido un buen gusto por las ilustraciones y el manejo de los colores, así que felicidades a Rosie Lee por su trabajo.

Vía | Inspirationist
Más información | Rosie Lee
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Hace un tiempo me quejé de que el lujo en los hoteles ya no es lo que era, aunque pensándolo bien, quería decir que el lujo es exactamente lo que era, que no había evolucionado y se había estancado en un modelo basado en la ostentación. Afortunadamente, hay excepciones, y el Hotel Torralbenc en Menorca luce un lujo bien entendido.

Y es que el lujo ya no es sinónimo de dorado, lámparas de araña y muebles de caoba, ni de habitaciones inmensas en un ático en el centro de la ciudad, el lujo no es tener servicio de habitaciones o de lavandería 24 horas (cosas de esas se exigen para dar las cinco estrellas), sino que ahora lo define el gusto refinado, la tranquilidad, la privacidad y, si acaso, el privilegio de estar en un lugar cuidado hasta el detalle para que uno se sienta temporalmente en el paraíso.

Cuando uno llega al hotel Torralbenc, situado cerca de la Cala en Porter de la isla de Menorca —en una parcela ligeramente al interior pero con vistas al mar— le da más la sensación de estar llegando a una villa privada que a un hotel de cuatro estrellas.

No en vano se han hecho muchos esfuerzos para conservar el espíritu original de la finca rehabilitada en torno a la que se organiza este pequeño complejo de no más de treinta habitaciones, algunas en el edificio principal y otra en pequeñas construcciones a lo largo de la ladera ligeramente inclinada hacia el mar.

Los materiales de construcción empleados son los tradicionales: muros de piedra seca, cal, madera… solo en momento puntuales se hace alguna concesión, como los suelos de mármol travertino de las habitaciones, pero que al ser una piedra porosa y cálida (en realidad no es un mármol, sino una piedra caliza) no desentona en absoluto con el resto de materiales.

La decoración en las habitaciones y espacios comunes responde a un estilo que podríamos llamar minimalismo rústico. Los materiales son siempre cálidos, tienen textura y predominan los terrosos y grisáceos, sin abusar del blanco pero con predominancia de tonos claros, frente a los que contrasta alguna pieza de mobiliario oscura.

En general, la palabra que le viene uno a la mente para describir todo el hotel es armonía. Y eso que el hotel es una complicada mezcla de modernidad y tradición. Fijaos si no en la silla de acero blanco que hay frente a la mesa bajo la tele. La mesa es oscura y de corte clásico, mientras que la silla es una alegoría al minimalismo, y sin embargo, juntas forman un conjunto armonioso.

En el baño también se nota este lujo bien entendido. No hay ningún material descaradamente noble, ni la bañera es inmensa, tampoco hay un mármol espectacular usado como encimera para los lavabos ni grifería llamativa. Sin embargo, una bañera con una pequeña ventana con vistas al mar es un lujo, y en ese baño no apetece otra cosa que ponerse unas velas y disfrutar de un baño con los jabones de romero que allí estaban dispuestos.

Tampoco hay que dejar de mencionar el magnífico trabajo realizado con la jardinería. En vez de recurrir a grandes y artificiales praderas verdes —siempre difíciles de mantener en un clima seco y agreste— se ha optado por una vegetación local, con setos, plantas trepadores, hierbas aromáticas, pinos, olivos… que hacían que todo el hotel oliera de maravilla.

Como detalle curioso, una pequeño pasillo de lavandas te acompañan durante tu camino hacia la entrada del hotel, así que cuando te acercas, las mariposas, que adoran esta planta, alzan su vuelo a tu paso. Puede parecer una tontería, pero pequeñas tonterías como estas son lo que yo imagino cuando hablo del lujo bien entendido, un hotel en el que se cuidan los detalles como que desde la terraza donde se desayuna se vea el amanecer, que aunque tengas la cortinas de la habitación descorridas tengas la sensación de que estas solo en el hotel y nadie te puede ver… y así es el hotel Torralbenc en Menorca.

Más información | Hotel Torralbenc
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Cord Lamp parece una lámpara encantada por un encantador de serpientes, esos que hacen emerger una cobra de un cesto con el sonido de su flauta, solo que en este caso lo que se consigue es una lámpara minimalista que se sostiene en pie aparentemente solo con el cable que la alimenta.

La cosa, obviamente, tiene truco, y es que el cable se convierte en rígido en la base, creando una forma que da estabilidad a la estructura para luego erigirse verticalmente y convertir así lo que sería una simple bombilla al final de un cable en una bonita lámpara de pie o de mesa.

Este curioso y elegante diseño es cosa de Petrus Palmér y John Löfgren para la firma Design House Stockholm, que describen su creación de la siguiente manera:

Si quieres, puedes dejar que te irrite, romperte el cuello tropezando con ella, o incluso puedes rendirte y esconder el cable tras el zócalo o en una ranura, pero lo más inteligente es unirse al enemigo. Cord lampo convierte el anodino flexo y la convencional lámpara de pie en algo que llama la atención, así que no merece la pena enfrentarse a ella.

Personalmente, Cord Lamp me parece una auténtica belleza, tanto por su sencillez como por el desafío que supone su equilibrio aparentemente inestable, como si fuera una lámpara encantada.

Vía | Minimalissimo
Más información | Design House Stockholm
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No es que los años 70 fueran un prodigio en cuanto a diseño de interiores se refiere. Seguro que muchos os habéis encontrado cocinas y baños de esa época con azulejos de geometrías imposibles que no habéis dudado un segundo en quitar al hacer la reforma pertinente.

A pesar de ello, Lindsey Lang ha sacado una colección de azulejos geométricos retro basada en eso azulejos setenteros, solo que con un gusto mucho más refinado, una mejor elección de colores y mucha más delicadeza para crear patrones que resulten agradables y modernos, pero con ese buscado toque retro.

De entre los diferentes modelos, mi favorito es el de la portada, el “Double Ellipse” en gris claro y granito azul, aunque he de confesar el de la imagen sobre estas líneas, el “Tweed”, que imita al famoso tejido de los trajes ingleses, también me encanta, y tampoco me disgusta el modelo “Hex”, que cuyo nombre indica es hexagonal.

Todos los modelos están fabricados en cerámica de alta calidad y se pueden emplear tanto en suelo como en paredes. Mi recomendación es que, si os gustan, los utilicéis con moderación, ya que son un importante foco de atención en la decoración, y además valen un ojo de la cara y parte del otro, unos 200 euros el metro cuadrado.

Vía | Retro to Go
Más información | Lindsey Lang
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Las sillas Eames DSW y DSR —con cuerpo de plástico moldeado y patas de madera y acero o patas solo de acero respectivamente— son una de las sillas más habituales en la decoración contemporánea, por mucho que se comercializaran por primera vez a mediados del siglo XX. Ahora, 60 años después, están disponibles también en madera laminada.

Como muchos sabréis, el diseño original era de fibra de vidrio, material que el fabricante, Herman Miller, dejó de utilizar en los 90 debido a su alto impacto ambiental. En el año 2000 la silla fue reeditada en polipropileno 100% reciclable, y a la amplia gama de colores ahora se añaden tres acabados en madera: nogal, ceniza blanca y palisandro.

Estos acabados se pueden combinar con los tipos de patas que acompañan a esta silla desde sus orígenes, el de acero, cromado o negro, conocido como Torre Eiffel (el DSR) o el más habitual en madera (DSW) con cuatro patas bien diferenciadas, aunque también se pueden acabar en cromado o negro. En fin, que el rango de opciones es bastante amplio.

Personalmente, me alegra que los diseños de mediados del siglo XX sigan vigentes y reciban actualizaciones para adaptarse a los nuevos tiempos, tanto en cuanto a materiales como en cuanto acabados, porque soy fan declarado del Movimiento Moderno y el Estilo Internacional y no me entusiasman en exceso algunos diseños contemporáneos.

Vía | Design Milk
Más información | Herman Miller
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El podólogo es uno de esos doctores a los que uno va a desgana después de retrasar la visita el máximo posible, porque con un juanete o una uña con mala pinta se puede vivir, y la visita asusta más de lo que molesta, sin embargo la Clínica del pie es un podólogo al que te apetecerá ir, aunque sea sólo para disfrutar de este precioso espacio para trabajar.

Diseñada por estudiHac, esta clínica del doctor José Salvador en el valenciano municipio de Ontinyent ha decidido huir del aséptico blanco habitual en todo tipo de establecimientos médicos y optar por un estilo moderno con toques retro que por momentos nos hará pensar que estamos en las oficinas de Mad Men.

Ya desde fuera se intuye que no se trata de una clínica cualquiera, desde el logotipo, descaradamente minimalista, hasta el marcado color negro de la carpintería, que enmarca delicadas composiciones y un gran mural diseñado ex-profeso para la clínica, que trata de reflejar el cuidadoso trabajo que se lleva a cabo dentro a través de la ilustración de pies en diferentes posiciones.

La puerta es también toda una decisión, formada a partir de tiras de mármol en diferentes tonos de blanco, ya que contrasta deliberadamente con la fragilidad del resto de la fachada, en vidrio y acero, ofreciendo también un contrapunto neutro a la calidez de la madera e iluminación que se intuye en el interior.

En cuanto entramos a la recepción confirmamos el buen gusto demostrado en el exterior. El suelo y la pared de fondo de nogal ofrecen la calidez y sobriedad necesarias, mientras que la recepción, con el frontal de mármol, se yergue como punto central del espacio, enfatizada con el minimalista logo de la clínica a sus espaldas.

Me encantan las sillas escogidas para esta recepción/sala de espera, el tapizado interior negro aporta elegancia, mientras que la parte posterior en un turquesa pálido las hace se encarga de que el conjunto no sea demasiado oscuro y serio.

Las mismas sillas, el mismo suelo e incluso la misma ilustración de pies encontramos en otras salas de la clínica, como el despacho del doctor. Un espacio luminoso y agradable que se desmarca de esos abigarrados despachos de médicos llenos de libros y diplomas.

Desde luego, un magnífico trabajo el realizado por estudi Hac en esta Clínica del pie, convirtiendo un lugar que rehusaríamos visitar en uno al que apetece ir gracias a un manejo preciso de la luz y los materiales.

Vía | Designboom
Fotos | David Zarzoso
Más información | estudiHac
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