Normalmente, a la hora de diseñar una casa, el arquitecto trata siempre de relacionar el entorno con la construcción, de forma que haya un diálogo entre las formas y los espacios del edificio y aquello que le rodea.

No obstante, a veces no hay nada alrededor que nos interese lo más mínimo y la mejor solución es negarle la palabra al entorno, convertir ese diálogo en un monólogo y diseñaruna casa patio cuya relación con el exterior sea únicamente su negación.

Sobre esa base nace esta casa minimalista diseñada por Shinichi Ogawa & Associates en la japonesa ciudad de Okinawa. Un muro de tres metros de altura rodea una parcela de poco menos de 200 metros cuadrados a la que se accede por una pequeña puerta lateral. Veamos que encontramos tras ella.

Desde la entrada accedemos a un gran pasillo multifuncional en el que destaca una gran barra blanca que lo recorre a lo largo de sus 18 metros de longitud. En él se ubica la cocina, que vemos en primer lugar, la zona del tocador del baño y, al fondo, una zona de estudio y trabajo.

La iluminación es una mezcla entre la luz difusa que emana tras la barra y la luz diurna que se cuela entre las aberturas del armario que separa el pasillo de la zona principal y que a la vez aloja el inodoro y la ducha, entre otras cosas.

Una vez salimos del pasillo, llegamos a una unica estancia en la que tienen lugar el resto de usos de la casa. Una zona de comedor, una zona de salón y otra de dormitorio. Todas ellas directamente vinculadas al gran patio que las ilumina y cuya única decoración son un par de arbustos también muy minimalistas.

La mesa del comedor esta realizada en tres piezas de madera maciza y lineas sencillas, acompañada de cuatro sillas de la popular serie 7 de Arne Jacobsen. En la zona del salón encontramos un sofá LC3 en cuero negro, un diseño del conocido Le Corbusier, y un sistema de sonido es el único entretenimiento que encontramos.

Al final de la estancia hay dos camas con ropa blanca con una mesita también blanca entre medias, que forman la zona de dormitorio y que es la que tiene “vistas” a los arbustos.

Una de las cosas que más me extrañaba es que no hubiera televisión ya que, aunque es algo a lo que cada vez más gente renuncia, nunca está de más ver una buena película. Para ello, y como capricho, hay un sistema oculto que permite proyectar imágenes sobre el muro del patio, y en el que vemos a Keira Knightley en una de esas películas de época que tanto le gusta interpretar.

Por lo demás, lo habitual en las casas minimalistas: paredes y techos blancos, ventanas con carpintería oculta, armarios sin tiradores y ausencia de elementos decorativos superfluos.

Tan solo un par de detalles interesantes; por un lado el suelo, que no es parqué como suele ser habitual en las casas japonesas, sino unas grandes baldosas de color gris, probablemente motivado por el deseo de que el pavimento fuera el mismo en patio que en el interior de la vivienda y también para poder realizar el otro detalle, ese pequeño estanque de apenas unos centímetros de profundidad que acompaña a la zona de comedor.

No es la casa minimalista más impresionante que he visto, pero me gusta esa gran estancia iluminada por la luz que se cuela en el patio y la forma de separar la zona noble de la cocina y el baño. Eso sí, no apta para los que nos gusta mirar por la ventana a ver que se cuece en el barrio.

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Vía | Arch Daily
Más información | Shinichi Ogawa & Associates
En Decoesfera | Casas que inspiran: una villa en los Alpes

Elegir un sofá es uno de los puntos más complicados de la decoración de un salón. Principalmente porque su gran coste y no menor tamaño hacen que cambiarlo no sea una empresa sencilla y económicamente viable.

Por eso es importante tener claro lo que esperamos de ese sofá, para qué lo vamos a usar y cuál va a ser su vida útil estimada. No es lo mismo comprar un sofá para pasar un año en un piso de estudiantes que elegir el tresillo para la casa que nos acabamos de comprar recién casados.

Hoy voy a tratar de abordar, desde mi propia experiencia, las ventajas e inconvenientes de los sofás de cuero, una de los opciones que siempre está presente a la hora de elegir acabados, pero sobre el que hay una gran controversia y diversidad de opiniones.

Las ventajas

En mi opinión, la mayor ventaja de los sofás de cuero es su limpieza y mantenimiento, especialmente si el cuero es bueno. De normal, basta con pasar un trapo ligeramente humedecido para retirar con facilidad el polvo y la mayor parte de las manchas. Si vemos que alguna se resiste o que está especialmente sucio, una toallita con crema hidratante como la de los bebés lo dejará como nuevo, incluso si es blanco. Un par de veces al año podemos proteger el cuero con una crema especial a tal efecto.

Otra de las ventajas es su mayor durabilidad. Un sofá de cuero puede durar muchos años “como nuevo”, mientras que uno de tela, a pesar de que podemos lavar las fundas, se deteriora y ensucia con mucha mayor rapidez.

Por último, tampoco hay que olvidarse de algo tan importante como el diseño y la presencia. La piel es un acabado noble y como tal, transmite esa nobleza al sofá y éste a la sala que ocupa.

Los inconvenientes

En primer lugar, el mayor inconveniente a la hora de adquirir un sofá de cuero es su precio, que puede llegar a duplicar o incluso tripiclar el precio de un mismo sofá tapizado en tela u otro acabado. Por otro lado, probablemente ese sobreprecio se amortice debido a la mayor durabilidad del cuero, pero es posible que en el momento de la compra no sea posible realizar ese desembolso adicional.

En segundo lugar está la usabilidad. Aunque la piel es un material agradable al tacto, su uso habitual nos hace descubrir algunos peros, que se resumen principalmente en que es frío en invierno y caluroso en verano, amén de que su contacto prolongado con la piel desnuda hace que te quedes literalmente pegado.

Mi experiencia

En casa de mis padres teníamos un clásico juego de sofás de dos y tres plazas tapizados en tela de un extraño color mostaza. Con el trajín y el ir y venir familiar, mi recuerdo es que estaban siempre sucios por más que se lavara la tapicería de los cojines, lo cual era un proceso harto engorroso.

Al final, tras probar varias fundas que nunca acababan de ajustar, convencí a mi padre para que comprara un sofá de cuero marrón aunque los “viejos” apenas tuvieran un lustro de edad. Desde entonces, y de eso hace otro lustro, nadie ha limpiado el sofá más allá de pasarle un trapo húmedo y sigue pareciendo que lo compramos ayer.

Cuando me independicé, decidí que mi sofá también sería de cuero, pero por cuestiones decorativas debía ser blanco, lo cual despertó muchos temores acerca de su limpieza. Tras más de dos años de uso tan solo es ligeramente menos blanco, pero no tiene ni una sola mancha ni las marcas azules de los vaqueros que la dependienta de la tienda me auguraba, y eso que como en él casi siempre —con el consecuente riesgo— y mis amigos lo viven mucho cuando jugamos al Mario Kart —restregando sus azules vaqueros en la piel blanca de mi sofá—.

En resumen, salvo que os encante tumbaros como Dios os trajo al mundo en el sofá, vuestro presupuesto sea muy reducido o solo necesitéis un sofa para salir del paso, os recomiendo sinceramente que os decantéis por un sofá de cuero, no os arrepentiréis.

En Decoesfera | Lo-fi, un sofá hecho con cojines

Hace ya varios meses que quería compartir este hermoso vídeo sobra la arquitectura con vosotros. Le he dado muchas vueltas sobre como enfocarlo y hasta he tratado de ponerme en contacto con su creador, el español Jorge Seva (bajo el seudónimo de Alex Román) para ver si podía sobreimpresionar las diferentes obras de arquitectura que salen en él.

Pero al final nada de eso ha sido posible así que lo mejor es que simplemente ponga el vídeo para que lo disfrutéis y lo admiréis. Es para verlo con las luces apagadas, a pantalla completa, con los altavoces bien altos y recostados cómodamente en la silla con algún tipo de bebida en la mano.

Pasen y vean.

Para los que os preguntéis qué obras salen, las más reconocibles son el Pabellón de Barcelona, de Mies van der Rohe, la Phillips Exeter Academy Library de Louis Khan, el Auditorio de música de Barcelona de Rafael Moneo y la escultura Elogio del Horizonte de Eduardo Chillida.

Aunque cueste creer, todos ellos han sido renderizados magníficamente por ordenador para crear este hermoso vídeo de arquitectura titulado The third & the seventh. No solo los edificios son bellos, sino que la luz y el manejo de la cámara, así como la música que acompaña, son igualmente destacables.

Os dejo con la lista de todos los edificios del video que he podido reconocer o encontrar quien lo reconociera, ha sido una tarea árdua a pesar de que muchos están en la web de Alex Roman:

• National Assemby en Dacca – Louis Khan
• Pabellón de Barcelona – Mies Van der Rohe
• Phillips Exeter Academy Library – Louis Khan
• Oriol Chamber Hall, Auditorio de música de Barcelona – Rafael Moneo
• Milwaukee Art Museum – Santiago Calatrava (La ampliación, el original es de Eero Saarinen)
• Shiba Ryotaro Memorial Museum – Tadao Ando
• Walt Disney Concert Hall – Frank Gehry
• Noshima Benesse House Museum – Tadao Ando
• Elogio del Horizonte – Escultura de Eduardo Chillida en Gijón
• Casa Huete

• Fuji House

Si alguien reconoce alguno más, que no deje de comentarlo. Espero que hayáis disfrutado con el vídeo tanto como yo.

Vía | Xataka Foto
Más información | The third & the seventh
En Decoesfera | Casas con nombre: Koshino

De un tiempo a esta parte, parece que me haya dado por las aves, pues no hago mas que publicar casas de pájaros de todo tipo. Pero es que a veces en estos pequeños objetos se condensa el ingenio de los diseñadores, como en este caso de los californianos Luke Bartels y Jeff Canham.

Se trata de una serie de casas de pájaros con un estilo retro único, imitando establecimientos de principios y mediados del siglo pasado, pero con un toque de humor muy especial que convierte a cada pieza en una pequeña obra de arte.

En las que ilustran el post, por ejemplo, se han representado una sala de variedades y un “coffee shop”, en los que se ofrecen “chicks”, que significa a la vez chicas y polluelos, y también “seeds” (semillas) que se puede entender como alpiste y como semillas de marihuana.

La única pega es que al estar fabricadas y pintadas a mano su precio ronda el medio millar de euros, y no me estaría bien gastarse más dinero en una cama para un pájaro que lo que me costó el colchón de la mía.

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Vía | Bem Legaus
Más información | The Curiosity Shoppe
En Decoesfera | Una casa para pájaros un tanto especiales

Quien más y quien menos, cuando tiene invitados a cenar, además de tratar de que se sientan a gusto, también intenta impresionarlos de alguna manera, aunque sea con algún pequeño detalle.

Normalmente, la gente trata de cocinar algo delicioso, que es lo que solemos proponer en Directo al Paladar, pero aquí lo que queremos es que nuestros invitados se fijen en la decoración incluso con jugoso filete en el plato.

Para eso nada como estas servilletas decoradas con sillas famosas, entre las que se encuentran la Chaise Longue de Le Corbusier, la silla Louis Ghost the Philippe Stark, la silla roja y azul de Gerrit Rietveld y la conocida silla Panton. Un detalle que no pasará desapercibido por los comensales, que seguro que preguntarán por la que hay en sus servilletas.

Su precio — menos de 40 euros el paquete de 8 servilletas de algodón de 20 × 20 centímetros — no es demasiado excesivo teniendo en cuenta que se pueden lavar y reutilizar.

Vía | Retro to go
Más información | Supermarket HQ
En Decoesfera | Origami para decorar, servilletas con instrucciones

Sé de buena tinta que una compañera mía está hoy pintando en su casa, así que cuando me he encontrado esta pintura aromática para narices sensibles no he podido dejar de acordarme de ella y pensar que si lo llega a saber antes, no estaría ahora disfrutando de ese olor tan intenso característico de la pintura.

Estas pinturas aromáticas desprenden aromas asociados al color con el que vamos a pintar, a naranja para el color del mismo nombre, a limón para el amarillo, a menta para el verde y espero que a chicle cuando pintemos con el conocido color rosa chicle.

Por lo demás, se trata de pintura plástica normal, lavable y de baja toxicidad, con la que podemos pintar paredes y techos de superficies de toda índole.

Según el fabricante, el olor se mantiene algunos días, aunque depende de la cantidad de pintura empleada y de la ventilación del local. En cualquier caso, una buena idea que hará la vida más agradable a aquellos que se pasa el día con la brocha en la mano.

Vía | Compradicción
Foto | Francesco Martino para FreeDigitalPhoto
En Decoesfera | Papel pintado aromático

Aunque no siempre lo pongo en práctica, me gusta mucho la recicladecoración. Es decir, usar cosas que deberían ir a la basura y transformarlas en elementos de la decoración. No todo se puede reutilizar, pero con un poco de maña e ingenio podemos crear piezas únicas y de paso ahorrarnos mucho dinero.

Hoy os traigo algo que no sé como no se me había ocurrido antes, se trata de lámparas retro hechas con latas de conserva. En las de la imagen han utilizado las míticas latas de sopa Campbell, famosas por ser el motivo en una obra de arte del mismo nombre, icono del arte pop, realizada por el no menos icónico Andy Warhol.

Estas lámparas en concreto, creación del artista Willem Heeffer con la colaboración de varios restaurantes en Dublín que le consiguieron las latas, se venden por un ojo de la cara.

Un abuso típico del snobismo que rodea al reciclaje hoy en día, pero seguro que por mucho menos podéis conseguir latas grandes con un diseño atractivo —o simplemente quitarles la pegatina— y luego colocar un aplique en la base previamente perforada para poder enroscar la bombilla y voilà, obtener luz de diseño a precio de ganga.

Vía | Retro to Go
Más información | Fuse Finds
En Decoesfera | Recicladecoración: reutiliza tus calendarios viejos

Hay días que es mejor no salir de la cama. El martes me desperté muy ilusionado, pues desde hace días tenía planeado un viaje a Ikea para comprar unos cuantos muebles. De paso pensaba echarle una ojeada a las novedades del catálogo ikea 2011 para poder comentar de primera mano lo que más me gustaba.

Sin embargo, nada iba a salir como lo había planeado. Por la mañana, antes de partir, la batería de mi portátil empezaba a hacer extraños, apagándose de golpe. Luego, la cisterna de mi inodoro decía basta y se declaraba en huelga japonesa, echando agua todo el rato.

Pero todo eso no era más que el preludio de lo que estaba por venir, pues tras tres horas de viaje hasta mi Ikea más cercano, descubro que justamente ese día, el 14 de septiembre, es fiesta de guardar y el local cerrado. Menuda puntería tengo…

Aún así, he hecho acopio de energía e ilusiones y os voy a comentar lo que más me ha gustado del catálogo Ikea 2011.

Birkeland, nueva serie de dormitorio

Aunque, como bien sabéis, soy bastante minimalista, una de las cosas que a veces echaba en falta en el catálogo es un poquito más de cariño, de muebles un poquito más románticos por decirlo de alguna manera, pero sin perder esa limpieza y pureza que caracterizan a todas las piezas de la marca sueca.

Es cierto que algo había ya de la serie Birkeland (una mesita y una cómoda) pero ahora se ha convertido de pleno derecho en una nueva serie de dormitorio, aportando un poco de calidez al conjunto, pues la mayor parte de las series son sobrias y de lineas rectas.

Una buena opción para los que quieren conjugar una decoración sencilla pero con un pequeño toque clásico, un leve deja vú de los muebles antiguos. Porque no todo tiene que ser modernidad, lineas rectas y superficies planas.

Nueva puerta Pax de roble

Me encanta el roble, es una debilidad que tengo. Me parece el color de madera más equilibrado y el perfecto para combinar con el color blanco. Por eso al ver el nuevo acabado de la puerta Pax, no he podido dejar de incluirla en la selección con lo mejor del catálogo de Ikea.

Posiblemente me gustaría más combinada con una puerta blanca que con una puerta de espejo, pero tal vea sea más práctico de esta manera, pues además de para ver lo guapos que vamos, sirve para ampliar visualmente el espacio del dormitorio.

Norddal, estructura de litera

Aún no tengo hijos, pero si los tuviera, buscaría la manera de encajar en la decoración la nueva estructura de litera norddal. No tanto por su diseño, que es tan sencillo que uno casi se imagina un barracón lleno de ellas, sino porque me parece muy interesante la idea de que se puedan apilar y desapilar.

Así, si pasado un tiempo los niños ya no quieren dormir juntos o se cambian a una habitación más grande, la litera se puede desmontar y convertirse en dos sencillas camas individuales.

Una idea ingeniosa a la que no le vendrían mal algunos acabados más, pues esa madera tan oscura puede que no convenza a todo el mundo.

Besta, una serie muy completa para el salón

Aunque no es mi favorita, Besta es una de las series de almacenaje más completa que hay en el catálogo de Ikea. Sus lineas son muy sencillas y elegantes, hay mucha variedad de acabados y su gran cantidad de módulos y muebles nos permite conseguir la combinación perfecta para el salón o el despacho.

Este año han añadido muchas piezas nuevas, desde un par de muebles de televisión, hasta un armario de pared, todos ellos siguiendo el estilo sobrio, práctico y funcional de la serie. Ahora el abanico de posibilidades es mayor aún, y eso siempre se agradece.

Como habéis podido observar por mi selección de lo mejor del catálogo de Ikea 2011, no soy mucho de complementos. Supongo que se debe a que la tienda más cercana me pilla muy lejos y cuando voy es para comprar muebles, y no para pasearme entre ropa de cama y accesorios de cocina, que aunque son muy buenos, es algo que más o menos se puede encontrar donde vivo a un precio muy similar.

En Decoesfera | Catálogo de Ikea

No se puede negar que los vinilos decorativos están de moda. Tanto que a veces ya resulta un poco cansino encontrarse vinilos de cualquier cosa que se nos ocurra. Todo con tal de sacar provecho del tirón que están teniendo entre el público.

Sin embargo, entre tanta morralla siempre se encuentra algo interesante. Hace unas semanas os enseñé un precioso vinilo de El Principito y hoy os traigo un no tan emotivo, pero si muy ingenioso. Se trata de un vinilo decorativo que convierte tus paredes en recortables, como si de una revista infantil se tratara (ay, que recuerdos).

Su precio es algo elevado, unos 40 euros el kit, pero es perfecto para enfatizar de una forma original algunos elementos de la casa como puedan ser ventanas, cuadros, la televisión… tan sólo hay que vigilar que nadie se acerque con unas tijeras y se lleve la pared.

Vía | Swiss Miss
Más información | Yliving
En Decoesfera | Vinilos con motivos de Twitter

Siempre resulta interesante encontrarse con diseños que le dan una vuelta de tuerca a lo que normalmente se encuentra por ahí. Por ejemplo, cuando uno piensa en un revistero, se imagina un pequeña caja en la que guardar las revistas de forma ordenada. En cambio, en Guidelines, las revistas tiene un protagonismo muy especial, casi como obras de arte expuestas se tratara.

Se trata de un revistero muy minimalista, formado por barras de acero plegadas que se entrecruzan para poder alojar entre ellas las revistas. Una estructura visualmente ligera en la que poder lucir nuestras mejores revistas de diseño.

El diseño es cosa del holandés Frederik Roijé y está disponible en blanco, negro y los tres colores primarios, rojo, azul y amarillo. Dependiendo del color que se elija, el efecto sobre la pared es muy diferente. Con el blanco, prácticamente se funde con la pared haciendo que las revistan “floten” en el aire.

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Vía | Minimalissimo
Más información | Frederik Roijé
En Decoesfera | Reading table, mesa y revistero todo en uno

Siendo sinceros, más que una terraza, lo que tengo en mi casa es un balcón un poco ancho, pero a mi me gusta pensar que es mi pequeña terraza, y poco a poco la voy decorando a mi gusto. Lo primero de todo fueron las plantas, luego algunas macetas a mi gusto y, cuando el jazmín decidió crecer con ganas, se antojó necesario instalar un sistema para que se fuera enredando en él.

Como mi terraza da al sur, me apetecía protegerme un poco del sol del oeste que llega a media tarde, así que lo mejor para conseguir una buena sombra era colocar una celosía vertical. De esa forma mataba dos pájaros de un tiro, pues el jazmín se enredará feliz y de paso me protejerá del sol.

Una vez decidido lo que había que poner llegó el momento de comprar los materiales y ponerse manos a la obra. ¿Me acompañáis?

Los materiales

Una de mis mayores preocupaciones era encontrar una celosía que se adaptara a las medidas del lugar donde quería colocarla (80 × 300cm). Ya estaba yo haciéndome a la idea de enfrentarme a mi archienemiga la sierra de calar cuando tuve la suerte de toparme con esta celosía flexible, que se estira, se ensancha y se alarga en función del hueco que debemos cubrir. La tenía mi madre en su terraza y no le daba uso, pero me dijo que cree que le costó 15 euros, así que bastante económico.

Además de la celosía necesité un poco de alambre de jardinería, unas bridas de plástico pequeñas, tacos de 5mm y unas argollas medianas. Las herramientas adecuadas son un taladro con una broca de hormigón de 5mm y unos buenos alicates.

La instalación

Como veis, el lugar donde debía ubicar la celosía era estrecho y bastante alto, por lo que no solo tuve que apretarla mucho para que se estirara hacia arriba, sino que debía idear un sistema que la mantuviera bien sujeta tanto a la barandilla como a la pared, no fuera que una ráfaga de viento se la llevara junto a mi querido jazmín.

Así, lo primero que hice fue hacer unas pruebas para ver como encajaba y, una vez la tenía colocada prácticamente en su posición, la fijé con un par de bridas a la barandilla. No las apreté del todo tener un poco de holgura y margen de maniobra y así corregir mi falta de precisión.

Una vez la tuve bien cuadrada, fui poniendo más bridas para fijarla completamente a la barandilla. Después hice varios agujeros en la pared, coloqué los tacos y las argollas y a ellas fui atando la celosía a lo largo de toda la altura con la ayuda de las bridas de plástico. Tampoco hubiera estado mal que hiciera lo mismo en el techo, pero como vi que se sujetaba bastante bien, decidí que no merecía la pena arriesgarse a una caída de consecuencias fatales.

Después de colocar todas las bridas, las apreté bien fuerte con la ayuda de unos alicates y corté los “rabitos” sobrantes para que se disimulara su presencia en la medida de lo posible.

Cuando tuve lista la celosía, ya solo me quedó colocar el jazmín en su sitio y distribuirlo por la celosía. Lo mejor para estirar bien el jazmín es utilizar cordel o alambre de jardinero e ir atándolo de forma suave a la madera. Tiene que quedar bien estirado, pero no conviene apretar mucho el alambre, porque sino oprimiremos el tallo cuando este engorde.

El resultado

Tras una hora larga, ya tenía mi celosía colocada en la terraza. Solo quedaba recoger las herramientas, limpiar un poco, admirar el resultado de mi esfuerzo y disfrutar de la satisfacción que produce el trabajo bien hecho.

Ahora mi jazmín es mucho más feliz, le salen más flores y crece sin cesar. Además, el sol de la tarde ya no pega tan de pleno en mi ventana y, por si fuera poco, mi pequeña terraza luce mucho más cuca. Y es que a veces con muy poco dinero y esfuerzo podemos conseguir resultados sorprendentes.

En Decoesfera | Decoración de terrazas
En Decoesfera | Diario de a bordo

Si ahora mismo digo pecera, estoy seguro que la mayoría pensareis en una pequeña esfera de cristal con una apertura en la parte superior, llena de agua hasta la mitad y con un pez naranja nadando lacónicamente en círculos.

Tal vez algunos os imaginéis un tanque enorme lleno de peces de colores, piedrecitas, plantas acuáticas y un cofre del que salen burbujas pero seguro que a ninguno se os ha pasado nada por la cabeza como Fish Condo, una pecera minimalista para peces con estilo.

Su diseño se aleja de todo convencionalismo y se inspira en el estilo del movimiento moderno (recuerda a Le Corbusier) para crear una pecera que los amantes de la buena arquitectura seguro que sabrán apreciar.

Su precio, unos 50 euros, la convierten en un objeto relativamente asequible para aquellos que quieren tener un pececillo en casa pero una pecera esférica no les pega nada con la decoración.

Vía | Retro to Go
Más información | The Balcony Gardener
En Decoesfera | Poor Little Fish, pecera y lavabo

Aunque la revolución en el mundo del diseño y la arquitectura naciera en la primera mitad del siglo, los prósperos y consumistas años 50 y 60 en Estados Unidos fueron los que se encargaron de introducirlo en nuestras vidas para siempre. Casas, coches, aparatos electrónicos, mobiliario, ropa… todo debía ser nuevo y alejado de la sobriedad de un tiempo que parecía muy pasado.

Es una época muy recurrente en el cine, pues su estética y el estilo de vida norteamericano de entonces la convierte en un escenario ideal para todo tipo de tramas. Sin pensar, me viene a la cabeza la película de animación “Los increíbles”, el musical “Dreamgirls” y la serie de televisión Mad Men, pero la lista es larga y variada.

Inspirado en la vida de esos años, Max Dalton ha diseñado unos sets recortables que nos permiten volver a los 50 aunque solo sea gracias a nuestro deseo de nostalgia. Nostalgia de tiempos que muchos ni siquiera hemos vivido, pero eso no viene al caso.

Las creaciones de este ilustrador bonaerense respiran constantemente ese aire vintage que nos toca la fibra sensible, pero ahora con este set recortable no nos tenemos que limitar a admirar sus ilustraciones sino que podemos recrear una escena completa de la vida norteamericana de mitades de siglo, com pueda ser una fiesta en la piscina o una barbacoa de domingo.

Max cuida hasta al más mínimo detalle, desde cosas básicas como la casa, con su tejado a dos aguas , sus grandes ventanales y su chimenea de ladrillo, hasta detalles como el equipo de música, la vestimenta, el coche o incluso que casi todo el mundo está fumando o bebiendo (quien haya visto Mad Men, me entenderá).

Me gusta mucho también como consigue recrear dos ambientes tan distintos como pueda ser una barbacoa o una fiesta. Esta todo tan cuidado que hasta nos parece escuchar la música y el jolgorio de la gente en una y el crepitar de la carne al fuego y el corretear de los niños en la otra.

Están disponibles en múltiples tamaños, para que podamos montarla a la escala que más convenga. Su precio varía en función del tipo de papel elegido y del tamaño que queramos, pero podemos conseguir una plantilla de 36 × 27cm por poco más de 20 euros. No es mucho dinero para un pequeño viaje en el tiempo y puede ser un muy buen regalo tanto para niños con inquietudes artísticas como para adultos con nostalgia.

Los 50 es una década que no me hubiera importado vivir (en Estados Unidos, todo sea dicho), aunque solo fuera por estar presente en la explosión del consumismo mientras la guerra fría alcanzaba temperaturas gélidas, así que lo voy a apuntar en mi lista de deseos, y a lo mejor algún día me doy el capricho y me compro este set recortable para volver a los 50.

Os dejo con una galería para que os entren ganas de montar una ahora mismo.

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Vía | No me toques las Helvéticas
Más información | Imagekind
En Decoesfera | Recicladecoración: lámparas retro con latas de conserva

Siempre me ha parecido que el mobiliario infantil era a veces incluso demasiado infantil, más proyección del ideal de niño que tiene el padre que reflejo de los deseos del retoño. Obviamente no se puede decorar la habitación de un crío como si fuera la de un adulto, pero hay quien se pasa haciendo una habitación de cuento de hadas.

Para los que admiramos a los grandes diseñadores del siglo XX y queremos que en nuestros (futuros) hijos vaya creciendo ese amor también, nada como estas sillas y sillones de diseño para los más pequeños. Se trata de recreaciones a escala de piezas clásicas como la Egg Chair que Arne Jacobsen diseñó en 1958 o el sillón LC1 de Le Corbusier entre otras.

Lamentablemente, su precio es, parafraseando a Forges, sumamente antieconómico. Si bien hay piezas que se pueden adquirir por poco más de 60 euros, como la réplica de la silla Bertoia, hay otras como la Lounge Chair the Charles Eames que supera con creces el medio millar de euros.

Igual es un poco demasiado para que acaben pintadas de ceras de colores, pero para quien se lo pueda permitir, seguro que le da un toque especial a la sala de juegos o la habitación de los niños, sobre todo cuando se sienten en ellas para leer un cuento.

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Vía | The Designer Pad
Más información | Little nest
En Decoesfera | Muebles de arquitectos: Le Corbusier

Hace unos días mi compañera Patch nos enseñaba muchas opciones sobre dónde poner la bicicleta en casa. Entre todas ellas, una de las que más me gusta, sobre todo si tienes una bicicleta tan bonita como la de la imagen, es la de colgarla de la pared. Así molesta lo justo y además podemos lucirla como una pequeña obra de arte.

Normalmente, se utilizan herrajes y fijaciones no muy estéticos para poder suspender la bici de la pared de una forma segura aunque a veces compleja. Sin embargo, existen soluciones tan prácticas como bellas para aquellos que disfrutamos del ciclismo pero no nos gusta dejar la bici por ahí de cualquier manera. Una de esas soluciones es esta estantería donde colgar la bicicleta.

Se trata de una estantería hecha de madera sólida (de fresno o nogal), fijada a la pared con herrajes metálicos ocultos, y con una apertura en la que introducir el marco de la bicicleta para que esta quede bien sujeta. Además, es lo suficientemente ancha como para que el manillar y las ruedas no rocen con la pared.

La fabrica a mano su diseñador, Chris Brigham, por un precio alto pero muy razonable dado el material y la mano de obra necesarias: unos 225 euros más gastos de envío. A mi me ha parecido una solución muy elegante para guardar la bici en casa sin que moleste demasiado.

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Vía | Swiss Miss
Más información | Knife and Saw
En Decoesfera | Dónde poner la bicicleta en casa. Decoesfera responde

Aunque a menudo se les admira por sus obras más grandiosas y llamativas, donde más se pone de manifiesto la habilidad de un buen arquitecto es en los espacios pequeños, donde hay que estrujarse el cerebro para que todo encaje perfectamente y a la vez se consiga un espacio luminoso, cómodo y agradable.

Un buen ejemplo es este estudio muy aprovechado en el East Village. Un magnífico trabajo de los integrantes del estudio de arquitectura Jordan Parnass, con doble sede en Nueva York y Londres, y que han conseguido sacarle el máximo partido a este pequeño apartamento situado en el neoyorquino distrito de Brookyln.

La pieza, de proporciones alargadas, alberga un pequeño baño, una cocina completa, un salón amplio y un diminuto altillo-dormitorio conectado al salón por una escalera muy particular. Podría seguir describiéndolo, pero lo mejor es que paséis y lo veáis con vuestros propios ojos.

El salón es la estancia principal —y única, se podría decir— de la casa. Acapara las dos únicas ventanas que dan a la calle y, por lo que se puede ver, es bastante luminoso. Para potenciar la luz se han utilizado colores claros y materiales cálidos como la madera.

Un gran sofa ocupa la mayor parte del espacio, enfrente del cual está situada la tele, con un pequeño mueble bajo y unos armarios altos de almacenaje. Al fondo, en la zona con más luz, está situado el despacho, que no esta separado de ninguna manera de la tele, por lo que me imagino que no habrá manera de concentrarse para escribir en horario de máxima audiencia.

Me gusta que haya plantas y flores, no es algo habitual en las casas que solemos ver y me parece que le da un punto de alegría y color que siempre le falta a este tipo de decoración que combina blanco y madera.

El dormitorio, como veis, no es más que un pequeño altillo al que se accede a través de una escalera de madera desde el comedor. Para aprovechar al máximo el espacio, los escalones son a su vez cajones donde poder guardar la ropa. Una buena idea pero un tanto peligrosa para los que tenemos por costumbre olvidar cerrarlos.

Una vez arriba, la cama ocupa la mayor parte de la superficie, tan solo una mesita se erige a su lado, como una pequeña protuberancia al final de la escalera. De nuevo, la comunicación directa con el salón hace que solo sea recomendable para parejas bien avenidas con hábitos de sueño similares, pero hay que admitir que es una solución ingeniosa y atractiva.

La cocina y el baño no son especialmente singulares; siguen el estilo decorativo del estudio, con acabados en madera de color claro, pero no aportan ninguna solución ni un diseño diferente. Sorprende un poco el tamaño de la cocina, que es bastante grande comparada con el resto de la casa. Así a ojo, tiene dos frentes de más de dos metros cada uno, lo cual es mucho para un apartamento de estas características.

En el baño, la combinación de colores y texturas es un poco caótica, aunque no me atrevería a decir que desagradable. En el suelo hay unas baldosas hexagonales blancas con los ribetes en negro que recuerdan a las cocinas antiguas, mientras que en la pared se ha colocado cerámica en varios tonos grises y muchas lineas horizontales. Quizás lo que menos me gusta es el espejo y el fluorescente, demasiado industrial para el estilo usado en las otras estancias.

En cualquier caso, a pesar de que el baño no nos entusiasme, este pequeño estudio en el East Village diseñado por JPDA es un buen ejemplo de cómo se puede conseguir un lugar agradable donde vivir aunque no nos sobren metros cuadrados. Eso sí, elegid bien con quien convivir porque el piso pondrá a prueba vuestro amor, comprensión y tolerancia.

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Vía | Fubiz
Más información | Jordan Parnass Digital Architects
En Decoesfera | Casas que inspiran: una casa patio en Japón

A menudo me pregunto cómo puede ser posible que me sienta tan atraído por el diseño y la estética de los años 50 y 60, incluso hasta el punto de sentir añoranza de un tiempo que no he vivido, pero siempre me acabo convenciendo de que es algo lógico, pues fue una época de explosión creativa de la que aún notamos la onda expansiva.

El otro día os mostré unos sets recortables inspirados en los 50 y hoy os traigo Vértigo, un papel pintado con rayas negras muy retro. La verdad es que el nombre le va que ni pintado, ya que recuerda a esas espirales con las que el malo hipnotizaba al héroe en las películas de acción de la época.

El diseño es cosa de Ferm Living, que tienen mucho gusto con el blanco y el negro, y resulta ideal para crear una pared de impacto —de mucho impacto— o simplemente darle un aire retro a la habitación. Nunca he sido muy devoto del papel pintado, pero ahora que cada vez es más fácil instalarlo y que lleva varios año muy de moda, a lo mejor es cosa de empezar a plantearme probarlo.

Vía | Retro to Go
En Decoesfera | Qué es retro

Demasiado a menudo, mientras pensamos en que queremos cambiar tal o cual mueble, pintar el salón o redecorar el dormitorio y nos frustramos porque no tenemos el dinero necesario o no encontramos el diseño adecuado, se nos olvida que tenemos la suerte de que tenemos lo que no puede faltar en casa.

Pensad por un momento en el trastorno que nos supone que corten el agua unas horas para arreglar una avería o que la luz se vaya durante una tormenta, por no hablar de lo que nos subimos por las paredes cuando no funciona internet. Nos quejamos, maldecimos nuestra suerte y echamos pestes de la compañía telefónica.

Ahora imaginad que no es cuestión de horas, sino que el agua nunca más saldrá del grifo o que la luz no se encendiera al apretar el interruptor… Horrible ¿No? Pues en esa situación se encuentran casi la mitad de los hogares del mundo que no tienen agua potable y un cuarto que tampoco tienen electricidad. Además, solo poco menos de un tercio tiene acceso a internet de cualquier tipo.

Con esto no quiero hacer sentir culpable a nadie ni clamar al cielo por las injusticias del mundo, tan solo recordar la cantidad de cosas que damos por sentadas en nuestra casa mientras nos quejamos de lo poco que pega el color del sofá con las cortinas y al mismo tiempo hay gente que debe caminar varias horas para conseguir agua potable.

Vía | I love charts
En Decoesfera | Hojas artificiales que generan electricidad

Antes de empezar a leer, echa un vistazo bajo la mesa y mira a ver si podrías desenchufar alguno de los muchos aparatos que tienes conectados sin llevarte el resto de cables en una maraña de épicas proporciones.

Lo más seguro es que, salvo que hayas empleado alguna de estas soluciones para cables, no sepas ni cual es el cable que quieres desenchufar. Pero no te preocupes, nos pasa a todos, incluso usando alguna caja para ocultarlos siguen enredándose como si les fuera la vida en ello.

Sin embargo, para nuestra alegría, hay luz al final del túnel gracias a Line Block, un nuevo diseño que mantiene tus cables ordenados de forma sencilla e ingeniosa. Simplemente se ha cambiado la sección del cable, que en vez de ser rectangular tiene forma de pieza de puzzle, de manera que los cables se pueden enganchar unos a otros para formar una única línea que los lleva hasta el enchufe.

Ahora solo falta que las empresas de electrónica se fijen en este prototipo y lo apliquen a sus productos para que podamos disfrutar de tener bien organizado todo.

Vía | Yanko Design
En Decoesfera | Oculta los cables con Cable Box

Además de tener un nombre poco atractivo, los percheros burro tampoco suelen ser demasiado bonitos. Por lo general el diseño parece descuidado, enclenque y demasiado industrial o al menos esa sensación me dio a mi tras descartar muchos de ellos y optar por otra solución.

Por eso cuando al fin me encuentro con Axis, un perchero burro minimalista muy de mi agrado, me entristece saber que es solo un modelo de pre-producción que aún no tiene fabricante. Una lástima porque el diseño es elegante, firme y práctico, pues está pensado de forma que incluso los soportes pueden ser empleados para colgar prendas.

Este perchero burro de acero inoxidable es creación del diseñador surcoreano Ramei Keum, al que le deseamos mucha suerte buscando un fabricante que se interese por su obra. A ver si algún día llega a las tiendas a un precio asequible, que aún tengo la espina clavada y me encantaría tener uno así de bonito.

Vía | Minimalissimo
Más información | Ramei Keum
En Decoesfera | Recicladecoración: garrafas como base para percheros